En el marco de su lucha contra el avance inmobiliario, este domingo los vecinos y vecinas de Villa Ortúzar realizaron un festival "en defensa de la Plaza Malaver". Dentro de ese espacio verde se prevé la construcción de un edificio de ocho pisos por el que ya demolieron una vivienda de la década del '30. La edificación quedó habilitada con el Código Urbanístico (CU) aprobado por la Legislatura en 2018, que permitió construir a esa altura en el barrio de casas bajas. Los vecinos y vecinas piden al GCBA que compre el lote para ampliar la Malaver.
"En esta plaza todavía se puede ver el atardecer y el amanecer". Mientras señala el lote donde se levantará el edificio, Claudina Kutnowski, integrante de "Somos la Malaver", se lamenta porque los 25 metros de cemento taparán ese amanecer. En el cruce de Heredia y Girardot, sobre las chapas que ocultan los escombros de la vivienda que fue y proyectan el nuevo edificio, una cartulina pregunta "¿qué te gusta hacer en la plaza?": "Jugar al fútbol", "correr", "las hamacas", anotan les niñes que se acercan, mientras en la cancha de fútbol hay un partido en marcha, al costado se festeja un cumpleaños y en el sector de juegos todas las hamacas están ocupadas.
Durante toda la tarde del domingo hay música en vivo, una feria, talleres de lectura y escritura. "No pueden construir nada, esta plaza es de les chiques", se escucha desde el escenario, seguido de un "la plaza no se vende, se defiende". "A fines de septiembre, en ese terreno de 190 metros cuadrados apareció tapiada una casa chorizo de los años ’30: en cuatro días la demolieron", recuerda Kutnowski y agrega que "esta es una de las dos plazas de Ortúzar, antes había dos potreros y en la década del '40 la Municipalidad los compró, hizo la plaza y quedaron casitas como la que se demolió".
El edificio proyectado quedó habilitado por el cambio de alturas de edificación que el nuevo CU estableció para Ortúzar. "La constitución dice que el GCBA tiene que preservar y desarrollar espacios verdes, tendrían que comprar el lugar y agregarlo a la plaza", señala la vecina, que indica que el nuevo edificio aún no tiene permiso de obra. Es por eso que los vecinos y vecinas aceleraron el proceso de organización. El objetivo es frenar la construcción antes de que el Gobierno otorgue ese permiso y por eso, mientras el sol cae tras los árboles, juntan firmas que también pueden sumarse a través de internet.
En la esquina opuesta al lote en disputa, la Malaver también es escenario de una reunión de agrupaciones vecinales que se organizan contra el avance inmobiliario. Mientras en el escenario habla una representante del colectivo Tierras Ferroviarias Verdes, en los árboles hay colgadas banderas de Vecinos Unidos de Núñez, Colegiales Participa y Decide, Asamblea Villa Pueyrredón, No a las Torres en Parque Chacabuco, entre otras. Es la antesala de lo que ocurrirá el próximo sábado, cuando las organizaciones en conjunto llegarán a la Legislatura en la marcha denominada "Se va Buenos Aires" contra "la demolición sistemática del patrimonio urbano y la privatización del espacio público".
"Hay un plan sistemático de atacar espacios verdes, Buenos Aires es la segunda ciudad de Latinoamérica con menos espacios", recuerda Kutnowski, quien indica que "en todos los rincones de la ciudad estamos reaccionando. Si nos ponemos en contacto, algo de este negocio va a empezar a entender que no puede haber tanta impunidad para pasar sobre lo que la gente necesita". A la plaza acercaron su apoyo distintas personalidades, como el historiador Felipe Pigna o la candidata a diputada por el Frente de Izquierda, Myriam Bregman.
Luego de que legisladores del Frente de Todos se reunieran con los vecinos y vecinas, el diputado Matías Barroetaveña presentó un pedido de informe al Ejecutivo pidiendo datos del permiso de obra y las características del proyecto. Además, preguntó si el GCBA considera "la compra-venta de las parcelas de dicha manzana a fin de lograr consolidar la urbanización parque". "Es bueno que la sociedad reaccione ante un Larreta insaciable. El proyecto es inadmisible, con estas iniciativas vamos a una Buenos Aires cada vez menos verde y eso es malo para el ambiente y la salud de los porteños. Proponemos retrotraer el Código para volver a la altura original de dos pisos y evaluar la posibilidad de expropiación para completar la plaza", indicó el legislador.