El jefe de Gobierno porteño no la pasó bien en su reciente visita a La Matanza. Horacio Rodríguez Larreta fue a hacer campaña y a apoyar a sus candidatos boanerenses. Lo hizo como suele hacer el PRO: blindando la visita a la prensa para que no hayan medios que registren imágenes indeseadas. Pero en una época en que cada celular es una cámara, el ocultamiento absoluto se demostró imposible. Se vieron imágenes de su paso por La Matanza, con un grupo de vecinas que le gritaron "sinvergüenza" y "vendepatria".
En general la metodología PRO es no invitar periodistas, no difundir donde los candidatos hacen campaña y luego mandar fotos y textos preparados por los equipos de prensa que transmiten un relato feliz del timbreo o recorrida, sin injerencias de cronistas ajenos a la organización. No obstante, los videos tomados con un celular muestran una realidad muy diferente a la de las gacetillas. Un ejemplo fue lo que vivió Larreta en una recorrida por la feria del barrio Oro Verde, en la localidad de Virrey del Pino.
Larreta aparece allí rodeado de policías de civil, que lo custodian cuando unas vecinas lo insultan. "¡La Matanza es peronista!", "¡no tienen vergüenza en venir!", "¡vendepatria!", "¡tomátelas!", "¡caradura!", "¡vendieron el país, vos tu jefe Macri!", son algunos de los gritos que lo reciben. También se pueden escuchar las respuestas de algunas seguidoras de Larreta, que lo acompañaban en la recorrida: "Se robaron todo", "pero callate vos", "ustedes van a rajar en 2023".
Sin dar mayores detalles, la comunicación oficial de campaña consignó luego que la visita de Larreta "fue positiva".
En un encuentro de la mesa bonaerense de Juntos por el Cambio, del que participaron representantes de Diego Santilli y Facundo Manes, además de Jorge Macri, analizaron los resultados de los timbreos: el primer dato es que, con el levantamiento de las restricciones están encontrando mucha menos gente de sus casas que antes de las PASO. El segundo es que sobre una muestra de dos mil personas, el 50 por ciento les contestó que no habían ido a votar, pero que iban a ir en noviembre. Esto generó preocupación: se estima que dos tercios de las personas que no fueron a votar podrían hacerlo por el Frente de Todos.