Un grupo de vendedores ambulantes que trabaja en el barrio porteño de Once se movilizó esta mañana para denunciar ataques y amenazas de vecinos y comerciantes de la zona. También le exigieron al gobierno porteño que colabore en la regularización de sus actividades: “No somos una mafia”.
La protesta tuvo lugar en la esquina de Bartolomé Mitre y Pueyrredón, donde con bombos, banderas y pancartas rechazaron las “infamias y mentiras” que recaen sobre ellos.
"Se salen a decir contra los trabajadores que pertenecemos a la economía popular que somos mafia, que no somos trabajadores, que no tenemos ningún derecho a luchar ", denunció Luzmery Villanueva, titular de la Asociación de Vendedores Ambulantes Independientes de Once (VAIO).
La protesta fue multitudinaria y cortó algunos tramos de circulación frente a la terminal del tren Sarmiento y plaza Once. Varios también hicieron presente sus quejas sobre la recova que termina en avenida Rivadavia.
Según denuncian, reciben de manera particular y pública "constantes ataques y mensajes difamatorios" por parte de los comerciantes de la zona que, aducen, persiguen la intención de que el gobierno de la ciudad prohíba en esas cuadras la venta ambulante y no permita manteros ni puestos móviles.
En este sentido, Villanueva anticipó que reclaman a las autoridades de la Ciudad la apertura de "una mesa de diálogo para que nuestro trabajo sea regularizado de una vez por todas". Se trata de una promesa que varios funcionarios les hicieron en distintas oportunidades, pero nunca se concretó.
Luego de la movilización de esta mañana "decidiremos qué hacer”, añadió la dirigente social del espacio que cuenta con el respaldo de dos organizaciones del sector: la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE-Espacio Público).
El pedido que el gobierno porteño no escucha
Hace dos semanas atrás, VAIO organizó una concentración en Pueyrredón y Sarmiento para exigirle a la administración de Horacio Rodríguez Larreta la creación de una mesa de diálogo “donde se puedan discutir políticas de defensa del trabajo y de organización”.
“Un espacio que incluya a los vendedores ambulantes y a la sociedad, porque somos parte de ella", señaló a la agencia Télam. En esa movilización que se concretó el 7 de octubre hubo algunos incidentes en los que comerciantes de esa esquina se enfrentaron con manteros ubicados en las veredas.
"La verdad que ya estamos cansadas y cansados de ser tratados de mafiosos, que cobramos cuotas a los compañeros por lugar en las veredas. Tanto en Once como en muchos lugares del país hay racismo y xenofobia, no solo contra los senegaleses (muchos de los cuales se dedican a la venta ambulante), sino contra todos los vendedores ambulantes", indicó Villanueva.
Al referirse a la histórica disputa vendedores formales contra vendedores informales, Villanueva sostuvo que el sector que representa "no es competencia para los comerciantes, porque es un trabajo que se hace con una manta donde se ofrecen diez prendas".