En el inicio del juicio oral que se le sigue en Mendoza por los femicidios de su madre y su tía, cometidos en enero de 2019, Nicolás Gil Pereg fue desalojado de la sala de audiencias luego de que se negara a responder en castellano a la jueza. En su lugar, el hombre de 40 años acusado de haber matado a las dos mujeres y luego intentar ocultar los cadáveres en el patio de su casa, en Guaymallén, respondió a las preguntas imitando maullidos felinos.
"¿Señor Gil Pereg, este es su nombre?", preguntó la jueza técnica Laura Guajardo. Pereg, de 40 años, respondió imitando un maullido, por lo que recibió una advertencia de la jueza, quien le pidió que se comportara con decoro. Sin embargo, el imputado siguió imitando maullidos, por lo que se ordenó que fuera retirado de la sala.
Gil Pereg está imputado por homicidio agravado por el vínculo, por el crimen de su madre, Pyrhia Saroussy, de 63 años, y el homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego por el crimen de su tía, Lily Pereg, de 54. Los femicidios fueron cometidos en enero de 2019, en Guaymallén. Los delitos que se le imputan podrían valerle una condena de prisión perpetua.
Ex militar del ejército israelí, Pereg había sido detenido días antes de que se hallaran los cadáveres de las mujeres en su casa, tapados por piedras y tierra, a más de un metro de profundidad. "Tras los análisis de ADN, se procedió a hacer excavaciones hasta dar con los cuerpos femeninos con pasaporte de Israel y Australia de la madre y la tía del imputado”, explicó entonces la fiscal a cargo de la investigación Claudia Ríos. Los cuerpos llevaban "vestimenta similar a la que tenían ellas al momento de su desaparición y con su documentación de pasaportes correspondientes”, había señalado el procurador general de Justicia, Alejandro Gulle, que indicó entonces que los investigadores sospecharon de Pereg desde el primer momento, "a pesar de que siempre fue bastante inteligente en su relato. Nunca dejamos de seguirlo, para evitar cualquier tipo de fuga".
Pereg comenzó a ser juzgado por un jurado popular conformado por seis mujeres y seis varones, a quienes al comienzo de la audiencia la jueza explicó sus deberes. Luego, la magistrada escuchó los alegatos de apertura del Ministerio Público Fiscal (MPF), representado por Fernando Guzzo y Claudia Ríos. "Pido al jurado que no se dejen engatuzar y que ladren más fuerte", dijo el fiscal Guzzo. Tras ello, la fiscal Ríos solicitó un veredicto "unánime" para que Pereg sea declarado "culpable" y que su madre y su tía "tengan justicia".
La querella, a cargo de la abogada Claudia Vélez, manifestó que el acusado "estaba en pleno uso de sus facultades mentales y sabía lo que hacía".
Los alegatos de apertura continuaban esta mañana con la defensa de Pereg, a cargo de Maximiliano Legrand y Lautaro Brachetta, quienes pidieron a los integrantes del jurado que "no acepten la única versión de pedido de condena y encierro penitenciario", que tengan en cuenta que aunque sea declarado inimputable Pereg seguirá encerrado en un centro de salud mental y que "se comporten como humanos y no ladren como perros" como pidió el fiscal.
Entre testimonios y pericias, el jurado popular deberá analizar desde ahora hasta el 3 de noviembre (fecha prevista para que se dicte el fallo) el informe del psiquiatra forense Mariano Castex, quien tras entrevistar a Pereg ya detenido, aseguró que el acusado "está loco, tiene delirio de transformación corporal y es inimputable".
La estrategia de los maullidos
No es la primera vez que Pereg termina siendo evacuado de una sala judicial por imitar maullidos. Ya en febrero de 2020 lo había sido durante una audiencia convocada tras un pedido de su defensa para que la Justicia resolviera que debía estar internado y no en una celda.
En esa ocasión, el reclamo fue que se lo ingresara al Programa Integral de Salud Mental Argentino (Prisma), el régimen que funciona en un pabellón del penal de Ezeiza donde están alojados, entre otros, el músico Pity Álvarez y el joven declarado inimputable por el tiroteo en Belgrano, Martín Ríos.
El Jefe de Fiscales de Homicidios, Fernando Guzzo, consideró entonces que no había "ningún motivo" para que Pereg fuera trasladado de una celda a una internación psiquiátrica, porque tiene "un trastorno de personalidad es decir que depende única y exclusivamente de él esto no es ninguna patología psiquiátrica". "La semana pasada también lo retiró el juez y después estuvo haciendo denuncias por habeas corpus. Durante 45 minutos habló de corrido”, añadió también a principios del año pasado el fiscal, que consideró la situación como un "último manotazo de ahogado para evitar lo que es inevitable que el juicio y la condena”.
En enero de 2019, a poco de cometidos los crímenes, otros funcionarios judiciales habían advertido también que Pereg estaba "lúcido" y ubicado en tiempo y espacio.