Una revista alemana nombró al papa Francisco como “el hombre más sexista del año” porque, aunque lo reconoce como progresista en aspectos como la lucha contra el cambio climático, señala que “es el jefe de un sistema de apartheid en el que las mujeres son personas de segunda clase”.
“Hay muchas cosas buenas que decir de este Papa. Cuando el argentino nacido en Italia se mudó al Vaticano en 2013, no se instaló en los magníficos apartamentos papales, sino que en la casa de huéspedes. No lleva zapatos de cuero rojos ni estolas bordadas barrocas, sino sandalias y una sotana sencilla. Rechaza demostradamente la pompa y busca la cercanía del pueblo. Y usa su autoridad para criticar al capitalismo, al racismo, y para salvar el clima”, dice la publicación de la revista Emma.
Sin embargo, el artículo lamenta que el pontífice “tenga otras facetas completamente diferentes, que no son detalles sino temas centrales”. “Porque este Papa también es el jefe de un sistema de apartheid en el que las mujeres son personas de segunda clase. Solo por su sexo biológico, son siervas de patrones píos y limpian los pisos de las iglesias. Están excluidas de los sacramentos y de la ordenación, es decir, del acceso independiente a Dios”, agrega.
En un decreto de este año, Francisco habilitó a las mujeres a ocupar los cargos de Lectores o Acólitos, ministerios católicos que hasta ahora estaban reservados para los hombres, aunque en la práctica había mujeres que ya realizaban estas tareas.
“Incluso en el siglo XXI, el Vaticano está a la cabeza de la sociedad de hombres más antigua y hermética del mundo. En el que no es casualidad que los hombres que aman a los hombres se sientan especialmente cómodos -continúa el artículo-. Y este Papa se asegura de que siga y siga. Con desprecio por las mujeres, oculto en la idealización. Y con violencia sexual, ignorada durante mucho tiempo”.
La revista alemana, además, recuerda que Francisco está en contra del aborto y “tampoco está tratando de aliviar el conflicto sistémico” que produce la clandestinidad. “Se lanza en contra de las mujeres embarazadas desesperadas y no deseadas, y las que están junto a ellas. En su audiencia general en la Plaza de San Pedro, el 10 de octubre de 2018, el Papa declaró que ‘el mal en el mundo’ proviene del ‘desprecio por la vida’”, acusa la publicación y agrega que el Papa “es el principal responsable de estos abortos ilegales. Eso comienza con su demonización de la anticoncepción”.
“Debido a tu culpa, tu culpa, tu gran culpa, hemos llegado a creer que casi nadie en el mundo cristiano es tan responsable de la miseria de las mujeres y los niños como tú. Por eso se merece sobradamente el título de “el hombre vivo más sexista”, concluye el artículo.