La Asamblea de Residentes y Concurrentes de la Ciudad de Buenos Aires realizó este martes una jornada de protesta contra el recorte en las vacantes para ocupar cargos formativos de concurrencias en el sistema de salud público porteño. Denuncian que desde el inicio de la pandemia el Gobierno de la Ciudad cerró más del 50 por ciento de los cupos. "Exigimos la reapertura de los 150 cargos que se cerraron este año y la defensa de los más de mil que siguen en actividad, así como la totalidad de derechos laborales", reclamaron a las puertas del Centro de Salud Mental N°3 Arturo Ameghino. El recorte impacta en especial a la salud mental, ya que es en ese sector donde trabaja la mayor parte de los concurrentes porteños que, a diferencia de los residentes, no cobran salario y no están cubiertos por ART ni obra social.
"Denunciamos el avance sobre la salud pública que significa esta decisión y el ataque particular a la salud mental, que contaría con una reducción de cientos de puestos para formarse en el sistema público", señalaron representantes de la Asamblea en una conferencia realizada frente al centro de salud del barrio de Balvanera. "Elegimos ese lugar porque es un centro de salud mental donde hoy en día solo trabajan médicos de planta y concurrentes. Este año entraron solo 26 y el año que viene, si no hay concurrentes, no entra nadie. La salud mental es la especialidad en la que más concurrentes hay", indicó a Página 12 Florencia Delgado, psicóloga concurrente e integrante de la Asamblea.
En total, el sistema de salud público porteño cuenta con más de tres mil residentes y concurrentes. De esa cifra, 1440 son parte del programa de concurrencias, dependiente del Ministerio de Salud, orientado a profesionales ya recibidos en distintas áreas que realizan capacitación de posgrado en la práctica concreta de los hospitales. "Hacemos veinte horas por semana, cinco de formación y quince de atención directa", detalló Delgado. A diferencia de la residencia, donde se trabaja a tiempo completo y con guardias, los concurrentes no perciben ningún tipo de remuneración ni cuentan con ART u obra social.
A los reclamos ya históricos por esos derechos laborales mínimos, los concurrentes tuvieron que agregar de un tiempo a esta parte el pedido para que el GCBA deje de recortar los cupos que se abren cada año. "Desde el inicio de la pandemia se han recortado los puestos de concurrencia en más de un 50 por ciento, pasando de 344 puestos a 153. Si comparamos con el 2019 el recorte es aún más impactante, ya que se pasó de 519 a 153 lugares", alertaron durante la conferencia. Durante 2021, son 150 las vacantes cerradas, según denuncia la Asamblea.
La no renovación de los cargos que finalizan cada año implica en los hechos una reducción en la planta laboral de los hospitales públicos porteños. "El cierre de concurrencias significa recorte de servicios enteros y sobrecarga laboral a les trabajadores que continúen en sus puestos", aseguraron desde la Asamblea, mientras que Delgado afirmó que "en los hospitales no damos abasto, cuando se cierran las concurrencias no se reemplazan y hay menos personal. No hay turnos para dar o se dan para varios meses adelante. Eso ya pasaba antes de la pandemia, ahora mucho más. ¿Quién va atender si cierran las concurrencias?".
Pero además del recorte en las plantas de atención, que se profundiza en el sector de la salud mental, desde la Asamblea advierten que el cierre de vacantes para las concurrencias implica "una privatización de la formación profesional, dado que solo se podría acceder, en el caso de Psicología, por medio de posgrados pagos". "Además del tema monetario, lo cierto es que un posgrado privado nunca va a igualar una concurrencia, los posgrados dependen de las facultades y las concurrencias dependen del Ministerio, nosotros como concurrentes somos trabajadores del Ministerio. Y la experiencia que te da el hospital público no te lo da un posgrado", dijo por su parte Delgado.
Hasta el momento, la Asamblea no recibió ninguna respuesta oficial del Ministerio y ahora evalúan continuar el plan de lucha con un paro o movilizaciones a la sede ministerial. "En mi caso, por ejemplo, individualmente el recorte no me afectaría, porque ya estoy adentro y la concurrencia la voy a terminar. Pero se trata de una defensa de quienes vienen después y de la salud pública en general. El que se forma en la salud pública tiene muy incorporada esa defensa de los puestos y de los hospitales", aseveró Delgado. Frente al Ameghino, la Asamblea reclamó que "el Gobierno de la Ciudad nos reciba como legítimos representantes del colectivo de residentes y concurrentes" y que "los sindicatos nos incluyan en todas las instancias de negociación a las que accedan".