Horas antes de que Mauricio Macri deba presentarse a indagatoria por el espionaje a los familiares de los tripulantes del ARA San Juan, la Cámara Federal de Mar del Plata rechazó el intento del expresidente de apartar al juez Martín Bava y lo confirmó al frente del expediente que investiga uno de los escándalos de la gestión Cambiemos.
La resolución fue adoptada por los camaristas Alejandro Tazza y Eduardo Jiménez en la víspera de la declaración del jueves al mediodía. Macri, a través de su abogado Pablo Lanusse, había recusado al juez alegando que era parcial y que prejuzgaba al afirmar que existió espionaje durante su gobierno. Lo hizo el mismo día en que debía presentarse para ser indagado a fin de forzar una postergación de la audiencia por parte del juez Bava, el primer magistrado que le exige explicaciones a Macri después de haber dejado el poder.
"La forma y el estilo empleado por el juzgador de grado tal vez no sean los apropiados o estén dotados de la técnica jurídica laudable a la que lógicamente se aspira y se desea de todo acto judicial, más ello no invalida ni puede servir de fundamento para justificar el apartamiento del juez natural de la causa", escribieron Tazza y Jiménez en una resolución que se conoció a primera hora de la tarde del miércoles.
Macri sostenía en su escrito que Bava ya había determinado que existió espionaje durante su gobierno y que él, en la indagatoria, sería un convidado de piedra. Sin embargo, los jueces marplatenses le dijeron al expresidente que su argumentación no era correcta. Lo que sucedió es que Bava firmó una misma resolución para procesar a exdirectivos e integrantes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y para convocar a Macri.
Los camaristas, de todos modos, le pidieron mesura a Bava. "No puede olvidar el a quo la circunstancia de que los Magistrados judiciales deben actuar con el recato y la mesura pertinente que las circunstancias particulares aconsejen, como especialmente ocurre en el caso de autos, donde se formula una imputación penal a un ex Presidente de la Nación Argentina, vinculado con un acontecimiento que involucra profundos sentimientos personales que afectan a los familiares de las víctimas del suceso investigado, y que son caros en general a toda la sociedad, amén de haber acaecido el mismo, en el marco de un contexto histórico determinado y puntual", sostuvieron.
La estrategia de Macri para ganar tiempo
La recusación de Macri contra Bava fue una de las estrategias para dilatar la indagatoria y para ganar tiempo, que podría ayudarlo a llevar la causa hacia territorios más amenos como lo son los tribunales de Comodoro Py. Es allí donde Macri insiste que debe investigarse la causa, aunque aún no hizo un planteo concreto acerca de la competencia.
Bava citó a indagatoria al expresidente el 1 de octubre pasado. El juez sostiene que la AFI realizó seguimientos de los familiares de los submarinistas entre diciembre de 2017 --a un mes del hundimiento del buque de la Armada Argentina-- y hasta finales de 2018. Por estos hechos, el juez procesó a los exjerarcas de la AFI Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, al exdirector de Reunión Interior Eduardo Winkler, al jefe de la base Mar del Plata Nicolás Iuspa Benítez y a otros cinco agentes que cumplían funciones en esa dependencia, desde donde se orquestó el espionaje sobre los familiares.
Bava, además, entiende que el espionaje tuvo un motivo central: anticiparle a Macri cuáles serían los movimientos de los parientes de los 44 tripulantes y cuáles serían los reclamos que le harían frente al tema que más atención nacional e internacional suscitaba.
Macri pegó dos faltazos a Dolores, pero tiene previsto hacerlo este jueves. Lo hará con seguidores que lo acompañarán para "bancarlo", según surge de las convocatorias que circulan en redes sociales. Sus asesores legales sostienen que el expresidente declarará: no está claro si presentará un escrito, hará un descargo o responderá preguntas. El juez Bava y el fiscal Juan Pablo Curi querrán saber si ordenó el espionaje, si recibió los informes y, en tal caso, cómo era el circuito. En todas las indagatorias, la fiscalía remitió un pliego con no menos de 30 preguntas.