La implementación de la Educación Sexual Integral (ESI), a 15 años de la sanción de la ley 26.150 que la transformó en un derecho para todas y todos los estudiantes del país, sigue siendo precaria e insuficiente. Así lo demostró un estudio de la Fundación Huésped, que reveló que solo el 20% de les alumnes y graduades de Argentina consideran que se aplica de forma adecuada en sus escuelas.
El estudio consistió en una encuesta autoadministrada difundida por redes sociales en el mes de agosto que contó con la participación de 2459 docentes de todos los niveles y 1345 estudiantes y graduades de secundarios. Según precisó la fundación en un comunicado, la misma tuvo cobertura nacional, ya que se entrevistó a jóvenes y adolescentes de las 24 provincias: el 61% corresponden a AMBA, el 16% a la región pampeana, el 7% a Cuyo, el 6% a la Patagonia, el 5% al Noreste y el 4% restante al Noroeste.
La investigación, explicó Fundación Huésped, se llevó a cabo con el objetivo de "evaluar el nivel de conocimiento sobre la existencia de la Ley de Educación Sexual Integral (ley nacional n° 26150) así como las percepciones en torno a la ESI" y medir "la implementación efectiva de ley a partir del análisis del abordaje institucional frente a situaciones concretas vinculadas a la temática y pertinentes para cada nivel (embarazos, experiencias de discriminación por orientación sexual o identidad de género, transiciones de género, abordaje de IVE, violencia de género, escraches virtuales y uso responsable de las nuevas tecnologías, etc.)".
También se propuso indagar sobre los temas y ámbitos concretos considerados como parte de la Educación Sexual Integral en las instituciones educativas; identificar disparidades en la implementación efectiva de la ley en términos geográficos (según provincia y región del país); analizar el impacto de la ley según tipo de gestión de la institución (pública o privada) y orientación (laica o religiosa) y actualizar, de esta forma, la última encuesta realizada sobre el tema que corresponde al 2016, cuando se cumplieron 10 años de la sanción de la norma.
Resultados de la encuesta
Según los resultados arrojados por la encuesta, el 94% de les docentes incorporaron la ESI a sus clases, un 8% más que los valores obtenidos en 2016. Sin embargo, solo el 20% de estudiantes y graduades consideraron que se aplica de forma adecuada en sus escuelas.
Respecto al acceso a la información sobre temas de ESI, el medio más mencionado por las y los alumnos entrevistados fueron los buscadores de internet. Le siguen Instagram y sitios especializados. La encuesta también mostró que nueve de cada diez estudiantes declaró haber encontrado en internet contenidos "desagradables, violentos o asquerosos" pero "solo un 20% dijo haber hablado en la escuela sobre las precauciones que deben tener en la búsqueda sobre estos temas en la web".
Por otro lado, 6 de cada 10 estudiantes y graduades indicaron que se registraron situaciones de embarazo en la secundaria. Sin embargo, "uno de cada cinco contó que no se habló del tema". El estudio también encontró que "1/3 de los estudiantes entrevistados indicaron que se dieron situaciones de transición de género en la escuela".
Además, la mitad de las y los alumnos y egresados entrevistados declaró que se dio alguna situación de discriminación por orientación sexual o identidad de género durante los años de educación secundaria. “Cuando vemos que frente a esto no hubo intervenciones educativas que permitan reflexionar y reparar el daño de esas experiencias, podemos tener un registro más profundo sobre los desafíos pendientes a 15 años de la sanción de la ley en nuestro país”, opinó sobre el último dato Cecilia Valeriano, Directora de Programas de Fundación Huésped.
“Es importante conocer la brecha que existe entre la percepción de la ESI que brindan las instituciones educativas y la real demanda de los y las estudiantes. Estos resultados muestran la necesidad de seguir profundizando la implementación de la ESI”, coincidió Leandro Cahn, Director Ejecutivo de Fundación Huésped.
ESI: los logros y desafíos pendientes
La gran novedad que trajo este estudio, en comparación al de 2016, "fue el nivel de conocimiento de la ley, que no existía hace 5 años con tanto alcance", destacó Valeriano en diálogo con Página/12. "La totalidad de los docentes escucharon hablar de la ESI, participaron de alguna capacitación, saben de qué se trata, lo que es coherente con cómo fue marcándose la agenda en estos últimos años", añadió la especialista.
La implementación de la norma, advirtió en ese sentido, es mayor en el nivel inicial y en la primaria, lo que "nos da la perspectiva de que les niñes que se están empezando a formar ahora van a tener ESI durante toda su trayectoria educativa". En el nivel secundario, por el contrario, sigue reinando "un abordaje bastante biologicista", lamentó la Directora de Programas de Fundación Huésped.
En cualquier caso, reconoció, "la propuesta más integral de pensar todas las prácticas educativas desde la ESI todavía es un camino que hay que seguir fortaleciendo y trabajando", ya que, aseguró, "le falta mucho" aún.
Valeriano identificó tres grandes "dificultades" para implementar la ESI en el país. En primer lugar, los miedos y resistencias de las familias: "algo que propone la ley de ESI, y que todavía no está tan ejercitado en las escuelas, es ese trabajo hacia el afuera de la escuela. No pensar que la institución tiene que trabajar ESI solo con sus estudiantes sino con toda la comunidad educativa: docentes auxiliares y familias. Ese es el próximo desafío", apuntó.
En segundo lugar, continuó, "sigue siendo muy complejo el escenario más estructural que tenemos en materia de educación, lo que va pasando provincia por provincia". Según Valeriano, no solo influye "la cantidad de recursos que cada jurisdicción puede aportar", sino que también hay que tomar en cuenta las complejidades del sistema organizativo "que ha hecho que durante estos 15 años haya sido muy lento el proceso de las sanciones de las normas o las adhesiones a la ley nacional".
Los detractores de la ESI
Por último, y relacionados con la primera dificultad, Valeriano mencionó a los discursos detractores de la ESI, que tomaron mayor relevancia pública después del debate sobre la legalización del aborto en 2018. "En la discusión sobre la interrupción voluntaria del embarazo parecía que estábamos todos los sectores de acuerdo respecto a que, se avanzara o no con la ley, la clave era la ESI. Pero el resultado de ese proceso fue, por el contrario, que aparecieron discursos detractores de la ESI cuestionando si la educación sexual integral debe ser una responsabilidad de la escuela o una responsabilidad de la familia", advirtió la especialista de Fundación Huésped, para quien es fundamental "entender que se trata de un discurso circulante y trabajar para desarmar los prejuicios y las fake news que suele traer aparejado" ya que son los que potencian los temores de las familias.
"Para nosotros, esta es una ley fundamental porque trae la posibilidad de cambiar toda una propuesta educativa. Quienes no tuvimos ESI fuimos educados con creencias erróneas y moralistas sobre cómo teníamos que vivir nuestro nuestro cuerpo, nuestra salud, nuestras identidades. La idea es transformar todo esto, garantizar que niños, niñas y adolescentes tengan una educación sexual que les colabore con ser mejores ciudadanos, ejercer plenamente sus derechos y cuidar su salud", concluyó Valeriano.