Sin darse que cuenta de que estaba saliendo en vivo por las redes sociales, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, deslizó que existe algún tipo de corrupción en el proceso de selección de los jueces de la Corte propuestos por el propio jefe de Estado, que luego deben ser aprobados por el Congreso. Recientemente acusado por una comisión del Senado de cometer crímenes contra la humanidad, Bolsonaro inicia el viernes una visita a Italia para asistir a la Cumbre del G20 en Roma y recibir la ciudadanía honoraria de Anguillara Veneta, localidad de donde emigró su familia hace más de un siglo.
Durante el intervalo de una entrevista que mantuvo con el nuevo canal de noticias de la emisora ultraderechista Jovem Pan, Bolsonaro habló con sus asesores sobre la corrupción y preguntó si alguno sabía cuánto cuesta la designación de un juez del Supremo Tribunal Federal. "Presten atención: ¿Cuánto creen que vale un puesto para el Supremo Tribun...?", se preguntó el presidente, quien se frenó cuando percibió que sus propias redes sociales lo estaban transmitiendo en vivo.
El mandatario sufre un bloqueo en el Senado para poder aprobar la designación de su exministro de Justicia André Mendonca, un pastor presbiteriano que es una de las banderas de su gestión. Este es el segundo nombramiento de Bolsonaro a un puesto en la Corte Suprema: en 2020, los senadores aprobaron el nombre de Kassio Nunes Marques para cubrir la vacante del exjuez Celso de Mello.
Al darse cuenta de que estaba siendo filmado, Bolsonaro cambió de asunto pero antes también hizo referencias a los altos precios del peaje que se negocian en las licitaciones. "¿Eso está grabando?", preguntó, y sonriendo nerviosamente empezó a cambiar el tema para afirmar que si en 2018 hubiera ganado las elecciones presidenciales Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), actualmente el país estaría en confinamiento contra la pandemia.
Zapatos con billetes verdes
Entre los comentarios realizados en forma privada Bolsonaro también citó que una forma de corrupción es pedir un par de zapatos a alguien y que en la caja en lugar de calzado "aparezcan billetes verdes", aunque no refirió si eso lo conoció actualmente o durante sus 28 años de diputado. Estas declaraciones fueron realizadas en el intervalo de la entrevista con el nuevo canal de televisión por cable Jovem Pan, que adhiere al bolsonarismo más extremo.
Uno de los integrantes de la mesa del medio es el humorista e imitador André Marinho, hijo del magnate Paulo Marinho, quien en 2018 cedió su mansión como sede de la campaña de Bolsonaro y luego rompió relaciones.
El humorista le preguntó por los desvíos de fondos públicos por los que es investigado el senador Flavio Bolsonaro, hijo mayor del presidente. "Marinho, yo soy el presidente y respondo por mis actos", dijo Bolsonaro que, enojado, se levantó de la mesa y abandonó la entrevista que estaba siendo transmitida en forma virtual.
Viaje a Roma por la Cumbre del G20
Bolsonaro participará durante el fin de semana de la Cumbre del G20, que reúne a las principales economías del mundo. La delegación que acompaña al presidente brasileño incluye a los ministros de Relaciones Exteriores, Carlos França, y Economía, Paulo Guedes, y llegará a Roma el viernes por la mañana, cuando la única actividad oficial de Bolsonaro será una reunión con su par italiano, Sergio Mattarella.
A diferencia de otros líderes del G20, que tras asistir a la cita de Roma se dirigirán a la ciudad escocesa de Glasgow para participar en la COP 26, Bolsonaro permanecerá otros dos días en Italia. El lunes se desplazará hasta la ciudad de Anguillara Veneta, en Padua, desde donde salieron a finales del siglo XIX los primeros Bolsonaro que emigraron hacia Brasil y donde recibirá el título de "ciudadano honorario".
La primera visita de Bolsonaro a Italia ocurre en un contexto delicado, ya que suele ser fuertemente criticado a nivel internacional por relativizar la propagación del virus y por su política medioambiental. Desde que asumió el poder en 2019, Bolsonaro enfrenta críticas por el aumento de la deforestación y los incendios en la Amazonia, así como por la falta de liderazgo de su gobierno en las discusiones sobre el clima.