El presidente francés, Emmanuel Macron, conversó por teléfono con el primer ministro australiano, Scott Morrison, en la primera comunicación tras la crisis diplomática por la cancelación de un millonario contrato de compra de submarinos franceses. Macron señaló que la decisión de Canberra rompió la relación de confianza entre ambos países. En tanto, Francia elevó las tensiones con el Reino Unido con la detención de un pesquero británico en aguas francesas. El gobierno de Macron acusa a la administración de Johnson por no conceder la mitad de las licencias para que los pescadores franceses continúen faenando en aguas británicas.
Sin confianza
En un comunicado emitido por Francia tras el diálogo, remarcaron que esa decisión la decisión de Australia rompió la relación de confianza entre los dos países. A mediados de septiembre, Australia canceló un contrato de compra de submarinos producidos en Francia por un valor de 56 mil millones de euros y anunció que adquirirá al menos ocho submarinos nucleares en el marco del pacto de defensa junto a Estados Unidos y el Reino Unido conocido como AUKUS.
“El presidente Macron recordó que la decisión unilateral de Australia de reducir la asociación estratégica franco-australiana poniendo fin al programa de submarinos de clase oceánica en favor de otro proyecto aún no especificado rompió la relación de confianza entre nuestros dos países”, afirmó el gobierno francés en un comunicado.
"Ahora depende del Gobierno australiano proponer acciones concretas que reflejen la voluntad política de las autoridades de Australia por redefinir las bases de nuestra relación y continuar la acción conjunta en el Indo-Pacífico ", continúa el texto.
Además, insisten en recibir una compensación financiera por la ruptura del contrato. "Pondremos especial atención a la situación de las empresas francesas y sus subcontratistas, incluidas firmas australianas, afectadas por la decisión", indicó el gobierno francés.
Una "discusión sincera"
Poco después del comunicado del gobierno de Macron, el gobierno australiano aseguró que los líderes tuvieron una “discusión sincera” sobre las relaciones entre Australia y Francia. "El primer ministro se alegró de poder hablar con el presidente Macron. Tuvieron una discusión sincera sobre la relación bilateral", aseguró un portavoz de Morrison al diario The Australian."El primer ministro espera colaborar en el futuro en nuestros intereses compartidos, particularmente en el Indo-Pacífico", añadió.
Por la mañana, en una conferencia de prensa, Morrison dijo que es consciente de la “profunda decepción en Francia por la decisión que tomamos a favor de nuestros intereses nacionales”. También señaló que dio la bienvenida al embajador francés en Australia. “Me alegro de que esté aquí, ha habido un buen compromiso con él en el transcurso de esta última semana”, afirmó el primer ministro. A su vez, remarcó la importancia del “espíritu de cooperación” entre los países. “Ambos estamos aquí en el Indo-Pacífico (…) Francia no es sólo un observador, sino un participante. Están aquí como parte de los territorios franceses”.
En 2016 Australia firmó un contrato para adquirir submarinos franceses. Tras la cancelación de Canberra, París llamó a consulta a sus embajadores en Australia y Estados Unidos como protesta por la decisión. El gobierno de Macron asegura que no recibió aviso sobre las negociaciones del pacto de defensa con Washington y Londres. El ministro de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian lo calificó como “una puñalada por la espalda”.
Acuerdos pesqueros post Brexit
Mientras que en el canal de la Mancha una disputa entre Francia y el Reino Unido se agravó tras la detención de un pesquero británico en aguas francesas y los reiterados avisos de París de adoptar sanciones más duras a partir del próximo martes. "Hemos sido pacientes y nuestros pescadores han sido responsables. Ya basta: a partir del 2 de noviembre aplicaremos represalias", indicó el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Clément Beaune. Esta semana Gabriel Attal, portavoz del gobierno francés, confirmó que Francia "prohibirá el desembarque de productos marinos" británicos en Francia e instalará "controles aduaneros y sanitarios sistemáticos sobre los productos (británicos) desembarcados".
Francia considera que el Reino Unido no concedió a sus pescadores casi la mitad de las licencias de pesca, que tras el Brexit, garantiza el derecho de faenar en las aguas jursidiccionales británica. "No es la guerra, sino un combate. Los franceses y los pescadores tienen derechos. Hay un acuerdo firmado. Debemos aplicarlo. Tenemos derechos de pesca, debemos defenderlos y los defenderemos", señaló la ministra francesa del Mar, Annick Girardin.
Por su parte, el Reino Unido afirma haber otorgado el 98 por ciento de las solicitudes de licencia de buques de la Unión Europea (UE) para pescar en sus aguas. Pero Francia señala que las cifras son falsas. "Solo se han concedido el 90,3 por ciento. Y evidentemente, el 10 por ciento de las que faltan son francesas", sostiene la ministra Girardin.
En tanto un vocero del Ejecutivo británico dijo este jueves que "las amenazas de Francia son decepcionantes y desproporcionadas" y avisó de que, de llevarse a cabo, "recibirán una respuesta apropiada" porque "no parecen compatibles" con el derecho internacional.