Vecinos de la zona este de la capital salteña reclamaron por el mal servicio del agua, que es distribuido por la empresa Aguas del Norte. Aseguraron que existe una sola cisterna, insuficiente para las casi 600 familias de los barrios Las Colinas, San Mateo, Canillitas, Torino y San Lucas. Al reclamo por el agua potable, se sumó el pedido de camiones cisterna hasta que se normalice el servicio, y la realización de obras de saneamiento.
La referente del barrio Las Colinas, Ana Enríquez, contó a Salta/12 que la problemática que viven con los servicios públicos lleva décadas, pero se agravó hace más de un año y medio, cuando directamente el servicio de provisión de agua potable se cortó por varios días. Precisamente, ayer por la tarde se encontraban sin agua y el servicio fue restablecido poco antes de la medianoche luego del recambio de la bomba en el pozo San Lucas 3.
"Es una situación donde no se puede vivir más porque siempre pasa lo mismo. Empiezan los cortes y siguen", reclamó la dirigente, y subrayó que pasaron los momentos más duros de la pandemia sin un servicio óptimo del agua. Los barrios están ubicados en una de las zonas más desfavorables de la ciudad a pesar de que muchos de ellos tienen más de 20 años de existencia.
Además de trabajar en el cambio de la bomba afectada, la empresa Aguas del Norte informó que los operarios asistieron a los vecinos con camiones cisterna. Mientras se recuperan los niveles de la cisterna que alimenta a la zona y se normaliza el servicio, continuará la provisión de agua a través de estos camiones.
En marzo del año pasado los vecinos se reunieron con voceros de Aguas del Norte, después de una manifestación en las puertas de la empresa. Enríquez contó que en un primer momento, los iba a recibir su presidente, Luis María García Salado, pero después sólo pudieron hablar con los voceros y en esa instancia se pactó la discusión de un proyecto de agua potable y saneamiento para el barrio Las Colinas.
Péro llegó la pandemia, y no se dieron mayores avances al pedido de los vecinos. "Todos estos gobiernos nos prometieron obras, que siguen siendo postergadas año tras año", denunció Enríquez.
Aseguró que siente una "impotencia tremenda" al tener que vivir con ecasez de agua. "Mi hijo hoy alcanzó a llenar 10 botellas de agua", contó, dijo que si esto sucede en la capital salteña, el problema es seguramente mayor en el Chaco salteño, lo que confirman los constantes reclamos que hacen las comunidades indígenas y campesinas del norte.
Enriquez adelantó que se movilizarán el lunes 8, desde los barrios hasta el ex peaje Aunor, en el acceso sur a la ciudad de Salta, donde realizarán una asamblea para discutir las medidas a tomar. Al reclamo de los cinco barrios, se sumaron Villa Floresta y el barrio Constitución. "Vamos a seguir luchando hasta conseguir lo que nos merecemos porque son nuestros derechos", expresó la referenta.
"Ellos (por los funcionarios y directores de Aguas del Norte) seguramente se levantan y tienen sus piletas llenas mientras que nosotros estamos llenando botellas de tres litros", lamentó, pidiendo mayor sensibilidad a las autoridades.
En el caso de Las Colinas, las familias suman a las demandas el pedido de regularización de las tierras. Debido a que la fundación de este barrio ocurrió luego de que los propietarios fueran estafados por una mujer que vendió como propios terrenos fiscales. Por eso, hoy continúan trabajando con el área de Tierra y Hábitat de la provincia para lograr la normalización de las escrituras.