Desde Pergamino
La victoria de los porteños Miguel Gómez Fernández y Cristian Fernández (Peugeot 404, 1973) en la XVIII edición del Gran Premio Argentino Histórico, la Gran Carrera que organiza en este formato desde 2003 el Automóvil Club Argentino, y que solo fue suspendida el año pasado por la pandemia, es una clara muestra del peso que la experiencia tiene en este tipo de competencia de la que participan autos clásicos que van de los años 30 a los 80; repartidos en diferentes categorías.
Es que los Fernández que habían terminado en el puesto 20 luego de una no muy buena primera etapa; comenzaron su recuperación en la segundas y desde ahí fueron creciendo para conseguir al cabo de la tercera etapa ubicarse en la primera posición de la general y mantener la posición al cabo de la última y cuarta etapa, que unió a lo largo de 602 kilómetros las ciudad puntana de Potrero de los Funes, San Luis, y Pergamino, en Buenos Aires, con pasos por La Toma, Achiras, Sampacho, Río Cuarto, Canals y Venado Tuerto.
Segundos en 2008, terceros en 2011 y cuatro veces campeones en forma consecutiva en las ediciones 2012, 2013, 2014 y 2015, y luego de un impass en la competencia, volvieron para conseguir su quinto GPH, y convertirse así en el binomio más ganador de la Gran Carrera. "Tenemos una sensación de felicidad enorme. Seguimos con la mística", explicó a Página 12 Miguel Gómez Fernández, luego de la premiación. "Quiero agradecer al ACA y a toda la gente que se reúne acá, porque esta es una actividad hermosa, que nos hace disfrutar del automovilismo. Acá competimos, nos divertimos y también somos extremadamente solidarios con los otros competidores", agregó el piloto ganador.
Por último, Gómez Fernández destacó el formato de la carrera, que a diferencia de otros grandes premios, en los que se suele recorrer diferentes provincias en cada una de las etapas, tuvo formato de trébol, con tres circuitos de caminos serranos con epicentro en Potrero de los Funes y un último tramo para unir con Pergamino, donde los corredores y acompañantes recibieron sus premios tanto por categoría como por la clasificación general. "Este formato vino para quedarse. No tengo dudas de eso. Fue mucho mejor para todos los equipos; nos permitió disfrutar un poco más de la camaradería", comentó.
Completaron el podio: el auto 528 (Peugeot 404, 1973) de Carlos Lareu y Virginia Schmidt, en el segundo lugar; destrás se ubicó el auto 508 (Peugeot 404, 1979) de Moises y Maximiliano Osman, tres veces ganadores del GPH.