Un proyecto de ley propone crear espacios de atención grupal a varones que ejercen violencia de género en todas las comunas de la ciudad. También establece la creación de una línea teléfonica que brinde atención y derivación a masculinidades, y el desarrollo de campañas de difusión para que toda la ciudadanía conozca la existencia del programa. Fue presentado por el bloque del Frente de Todxs de la Ciudad de Buenos Aires y se llama “Repensarnos”.
La iniciativa está encabezada por la legisladora Maru Bielli. Se trata de un programa destinado a varones mayores de 18 años que ejercen o ejercieron violencia de género y que pueden llegar de manera espontánea o derivados por distintos organismos públicos o judiciales. Uno de sus principales objetivos es construir dispositivos de atención específicos para tratar su problema en el ejercicio de la violencia de género. Estos centros deben estar garantizados en todas las comunas y no deben compartir espacio con los Centros Integrales de la Mujer.
“Cada establecimiento contará con un equipo interdisciplinario con experiencia y capacitado en la temática, el que estará conformado como mínimo por tres personas que estarán abocadas exclusivamente al programa”, dice el artículo 11 del proyecto de ley. La atención será grupal psicoeducativa, es decir que realizará actividades con el fin de “desnaturalizar las violencias y estimular un análisis crítico de las propias acciones” (artículo 13). El proyecto plantea que la permanencia en el programa sea no menor a un año.
Bielli explicó a este diario que el proyecto es “hijo de la pandemia”. “Si bien hay experiencias que anteceden de espacios psicoeducativos, en la pandemia el recrudecimiento de la violencia hace tomar nota de que hay que abordar la violencia de manera más integral”, dijo. Estima que el presupuesto necesario es de cerca de 100 millones de pesos, en términos de salarios y campaña de difusión --ya que se propone que el programa funcione en espacios físicos existentes--, lo que representa un 22,2 por ciento del presupuesto de la Dirección General de la Mujer y un 0,24 por ciento del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat.
Remarcó que no es un proyecto que saca presupuesto a las mujeres sino que es en beneficio de las víctimas de violencia también. En los últimos tiempos los feminismos han dado el debate. De hecho el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación (MMGyD), con el apoyo del Instituto de Masculinidades y Cambio Social (MasCS) y junto a la Iniciativa Spotlight, presentó en agosto el primer Mapa Federal de Experiencias de Trabajo con Varones y Masculinidades (MEVyM) en Argentina. Este trabajo diagnóstico relevó 200 espacios que trabajan en todo el país desde una perspectiva de género, diversidad y derechos humanos. Y dio cuenta de que si bien han proliferado espacios de atención sobre todo en el AMBA, todavía faltan recursos para que este trabajo sea rentado y pueda dar respuesta a la necesidad de atención de los varones. De hecho, un estudio reciente sobre 14 espacios de atención de varones que ejercen violencia que funcionan en distintos puntos del país dio cuenta de que en general hay escasez de recursos, largas listas de espera para conseguir una vacante y dificultades para medir su eficacia. Si bien el universo analizado es chico, es de los pocos estudios sobre el funcionamiento, por eso es tan urgente e importante que se pase del diagnóstico a la creación y ejecución de políticas públicas específicas. En la órbita del gobierno de la Ciudad de Buenos “el abordaje hoy es insuficiente y no tiene difusión. Además el 99 por ciento sino el 100 de los cupos se llenan mediante derivación del sistema judicial. Tiene lista de espera de un año”, dijo Bielli a Página/12.
“Se necesita que se aumente el presupuesto y se amplíen los espacios para trabajar con esta población en líneas que se alejen del punitivismo y que busquen la reeducación de quienes ejercen violencia con perspectivas integrales”, planteó la legisladora.
Otro de los aspectos centrales es la creación de una línea telefónica y un número de whatsapp específicos, con el objetivo de brindar atención telefónica a varones que hayan ejercido violencias y asistir con escucha especializada para abordar la problemática de forma integral. En este caso el proyecto cita como antecedente la línea telefónica del programa “Hablemos”, del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género, y Diversidad Sexual del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
--¿Los varones se acercan espontáneamente?
--Sí, en provincia la línea tuvo mucha adhesión --respondió Bielli--. Pero entre la judicialización y la espontaneidad hay distintas instancias, organizaciones que recomiendan a varones que lleven adelante un proceso psicoeducativo para repensar sus prácticas. Hay espacios con protocolos que están dando respuesta desde una lógica no punitivista. Los protocolos muchas veces terminan con cuello de botella al momento de derivar a los varones. La espontaneidad viene acompañada de un cambio y cuestionamiento a las propias prácticas que responden a esta época.