La dirigente del gremio de los gastronómicos Norma Mores, enfrentada con la actual conducción del sindicato de Rosario, fue detenida ayer en la sede de la obra social por personal policial, esposada y trasladada a la comisaría 2° tras realizar un reclamo de prestaciones médicas para su hijo. El hecho ocurrió en horas del mediodía y Mores recuperó la libertad alrededor de las 19, al tiempo que un grupo de mujeres reclamaba por su inmediata liberación.
Ante la detención, el Comité Feminista de Emergencia Sanitaria repudió "el accionar violento y la violencia institucional ejercida sobre la compañera Norma Mores, Secretaria de Actas y Afiliaciones del UTGHRA Rosario... La compañera Norma se presentó en la puerta de su obra social, para solicitar bonos de atención médica para que su hijo sea atendido. En ese mismo momento, personal de la policía, presente en el interior del local, la obligó a retirarse y luego de ello la detuvo. Norma fue esposada, detenida".
El Comité recordó que "son de público conocimiento todas las situaciones de violencia que Norma viene atravesando desde el 2020. Fue golpeada en el local de UTGHRA, amenazada y corrida de sus tareas como miembro de la comisión directiva. Hace 4 meses que no cobra su salario, a causa de las maniobras que los dirigentes de esa entidad gremial vienen desarrollando para intimidar y doblegar a esta luchadora".
El comunicado expresó que "las diferencias gremiales y los desacuerdos en las formas de construir un espacio gremial no pueden ser nunca motivo para justificar la violencia. Lo acontecido es una muestra más de todas las violencias a las que vienen sometiendo a nuestra compañera. No vamos a tolerar más violencia sobre Norma", al tiempo que se exigió que reconozcan sus derechos laborales y sindicales, el pago de su salario y la reincorporación a la obra social.
El mes pasado Mores se encadenó en la sede del gremio ante la seguidilla de hechos de violencia de género que viene denunciando, y porque llevaba ya tres meses sin cobrar sueldo aunque su mandato estaba vigente. En consecuencia se encadenó en la sede de Presidente Roca al 1000, con un cartel entre las manos: "Páguenme el sueldo. Nada justifica el acoso, la violencia y la discriminación. Soy sostén de familia". Denunció que "por presentarme en una lista opositora, me golpearon, me amenazaron de muerte. Por haber denunciado a cuatro dirigentes imputados, me aplicaron una licencia arbitraria", enumeró.
Esa licencia la decidió el actual secretario general del sindicato después que la Justicia dictara una prohibición de acercamiento a integrantes de la comisión ejecutiva local: Sergio Ricupero, Martín Coronel , Walter Fiore, acusados de acoso y violencia laboral.