A veces, cuando las diferencias políticas son tan profundas como las que tienen Alberto Fernández y su par brasileño Jair Bolsonaro, el fútbol es un tema de conversación que sirve para chicanear sin herir. Eso hizo el presidente argentino cuando se lo cruzó en la cumbre del G20.
En la previa de la final de la Copa América, Bolsonaro había augurado un triunfo de Brasil e incluso se arriesgó a tirar una cifra: 5 a 0.
No pasó. Pasó lo contrario.
Y Fernández no perdió la ocasión de recordárselo: "No me llamaste para felicitarme porque ganó Argentina", le dijo.
Y ambos rieron.