La Bombonera explotó este sábado en un emotivo homenaje a Diego Maradona, que hubiese cumplido 61 años, a los 10 minutos del partido entre Boca y Gimnasia por la decimonovena fecha del torneo de la Liga Profesional de Fútbol.
En la Bombonera, el homenaje tuvo un clima especial: de un lado Boca, club del que Diego es uno de sus máximos ídolos (y en el que tenía un palco desde donde expresaba habitualmente su amor azul y oro); del otro, Gimnasia, equipo del que el astro era director técnico al momento de su muerte, el 25 de noviembre del año pasado, y con cuyos colores tuvo sus últimas apariciones públicas.
Las emociones comenzaron temprano: banderas de Diego desde todas las tribunas, hinchas con caretas con su rostro, su palco expectante, una gigantografía con su cara cubriendo el círculo central, el recuerdo permanente hacia "D10S". Y siguieron en los minutos previos al inicio del encuentro.
Los dos equipos salieron al campo de juego vistiendo camisetas blancas también con el rostro del "10". Y el capitán de Boca, Carlos Izquierdoz, junto con el colombiano Frank Fabra, le entregaron una camiseta y una plaqueta recordatoria a Dalma Maradona, la hija mayor del astro, la que solía acompañarlo a los partidos. Después, y como se reprodujo en todos los partidos de fútbol de fin de semana, la emoción mayor llegó al minuto 10.
![](https://images.pagina12.com.ar/styles/width960/public/2021-10/257698-whatsapp-20image-202021-10-30-20at-2021-16-36.jpeg?itok=WyXsDMKI)
El árbitro Ariel Penel detuvo las acciones, en la pantalla gigante se sucedieron imágenes de Maradona en sus distintas etapas como jugador de Boca (y también como fanático) y los hinchas, con sus caretas de Maradona con el mechón amarillo que lucía en el 95, cuando volvió a la institución, se unieron en un canto que ya es leyenda: Maradóoooo, Maradóooooo.
"A los 10 homenajeamos al 10", recordaban las caretas. "Lo quería Barcelona, lo quería River Plei", cantó la hinchada.
Dalma, en el palco familiar que da a la calle Iberlucea, colgó una camiseta reclamando "Justicia" por su padre, en el marco de la causa judicial en la que se investigan las eventuales responsabilidades de su fallecimiento; mientras un manojo de globos azules y amarillos elevaban hacia la noche estrellada, inolvidable, una camiseta con el apellido idolatrado.
Después siguió el partido y hubo un primer gol de penal. Justicia, pero poética: lo hizo, para el "Lobo", el "Pulga" Luis Miguel Rodríguez, a quien el Diez llevó a la Selección durante su paso como entrenador y, acaso, el jugador más maradoniano que había sobre el campo.