“Si ganábamos la elección, arreglábamos la deuda con el FMI en cinco minutos”, aseguró el expresidente Mauricio Macri, con el mismo desparpajo con el que en 2015 dijo que bajar la inflación era "una de las cosas más simples de hacer". Tras cuestionar al Gobierno por responsabilizarlo del alto nivel de endeudamiento, aseguró que le da "mucha tristeza" porque hay "algunos que le creen". En ese sentido, explicó que el FMI les otorgó el crédito más grande de su historia porque sus miembros confiaron en que “el país tenía un plan para salir adelante". Así, justificó el pedido de auxilio al organismo alegando que los mercados internacionales dejaron de prestarle dinero porque "tenían miedo de que vuelva el kirchnerismo".
Bajo estos argumentos y frente a las cámaras de canal 13 como en 2015, el expresidente afirmó que es fácil llegar a un nuevo acuerdo con el FMI. "Si nosotros ganábamos la elección, antes del 10 de diciembre ya habíamos arreglado la deuda con el fondo. Nosotros cuando tomamos la deuda, presentamos el plan. Pero como estaban las elecciones de por medio, muchos no querían extender hasta saber quien iba a gobernar", explicó y sentenció: "Si ganábamos la elección --en 2019--, lo arreglábamos en cinco minutos".
Respecto de su situación judicial, Macri confirmó que el próximo miércoles regresará al juzgado federal de Dolores para prestar declaración indagatoria ante el juez Martín Bava, en la causa que investiga el supuesto espionaje ilegal a familiares de fallecidos en el submarino ARA San Juan. Al respecto, el exmandatario volvió a repetir el mismo guión de los últimos días: reiteró que el expediente tiene una "connotación política", apuntó al juez Bava y acusó al gobierno nacional de estar "obsesionado" con perjudicarlo judicialmente. "El miércoles voy a ir", aseguró.