Varios hallazgos arqueológicos en la antigua ciudadela de Tiahuanaco, a 70 kilómetros de La Paz, Bolivia, en un trabajo impulsado por la Unesco y a cargo del arqueólogo español José Ignacio Gallegos, dieron un giro sorpresivo cuando se descubrió con estudios topográficos, tecnología satelital y un dron que el complejo arqueológico es más grande de lo que se conoce.
Tiahuanaco, que fue un estado preinca, nació como una aldea alrededor del 1580 antes de Cristo, pero creció hasta convertirse en imperio andino que se extendió alrededor del 724 de nuestra era, aunque su declive se produjo en torno al 1187, según los historiadores.
“El objetivo del proyecto no era el descubrimiento científico, el objeto es dotar de un conjunto de herramientas que permitirán que después que finalicemos el trabajo se hagan políticas adecuadas en el trabajo del sitio”, sostuvo el experto.
No obstante, los ocho vuelos del dron realizados en el sitio han evidenciado que el sitio arqueológico engloba al menos 650 hectáreas, de las que en 411 se hizo el estudio topográfico.
Entre los principales hallazgos está la reconsideración de las dimensiones de Puma Punku, uno de los sitios con menos investigación y más enigmático, cuya extensión es de al menos 14 hectáreas.
La investigación detectó que bajo tierra hay una plaza subterránea y hasta dos plataformas de lo que se considera una pirámide, que las autoridades bolivianas quieren excavar.
“Esto va a cambiar el enfoque y muchas teorías van a ser enriquecidas o complementadas, pero principalmente nos permite hacer una relectura y una reinterpretación de lo que ha sido Tiahuanaco”, dijo el director del Centro de Investigaciones Arqueológicas, Antropológicas y Administración de Tiahuanaco (Ciaaat), Julio Condori.
Los trabajos realizados también permiten sospechar que cerca del templo de Kalasasaya, donde hallaron importantes piezas de esa civilización, como la Puerta del Sol, también hay otra construcción lítica, posiblemente un templo, bajo tierra.
Además, el trabajo dio luces, según Condori, sobre la relación del agua con Tiahuanaco ya que se ha identificado lo que sería una red de canales de agua.
Otro de los descubrimientos está en la zona Kantatallita, ubicada en el este del sitio arqueológico, que también tendría escondida bajo tierra una pirámide que al parecer podría ser de tres plataformas subterráneas y en forma de T.
“La Unesco ha hecho referencia a que en el área de Kantatallita, que significa luz del alba, habría una pirámide pequeña, pero eso se confirmará con las excavaciones”, destacó el jefe de comunicaciones de Ciaat, Raúl Yujra.
Según Condori, las excavaciones posiblemente comiencen en septiembre de este año para verificar datos del estudio topográfico.