Se estima que el 1% de la población mundial vive con ese tipo de trastorno del habla que se caracteriza por las repeticiones e interrupciones involuntarias en la emisión de palabras, y que sobre todo en edades escolares genera una infinidad de burlas y discriminación entre los niños y niñas que lo padecen.

Sin embargo, en Salta poco se hizo hasta aquí para garantizar el derecho a la salud y abordar una problemática que además es tratable a través de un seguimiento fonoaudiológico, pero que si no se encara desde una temprana edad, puede hacerse crónica y hasta generar complicaciones faciales y musculares.

El último martes, la Cámara Baja provincial aprobó en forma unánime un proyecto del diputado Omar Exeni que propone instalar consultorios públicos gratuitos a lo largo del territorio provincial, para que realicen un abordaje “especializado e interdisciplinario” para las personas que presentan tartamudez.

Yakelina González es integrante del grupo de Ayuda Tartamudez Salta y madre de un niño de 10 años al que acompañan en su tratamiento desde los 4, cuando le detectaron este trastorno del habla, “para nosotros es un sueño cumplido para nuestros pequeños de que accedan a un consultorio donde se sientan contenidos”, dijo Yakelina a Salta/12, y contó que este espacio, que reúne a unas 50 familias venía desde hace años tratando de encontrar acompañamiento estatal para ayudar a sus hijos.

“Cuando mi hijo comenzó con la tartamudez, en Salta no había fonoaudiólogas capacitadas”, explicó. Por eso tenían que viajar a Tucumán frecuentemente, en esa provincia está previsto ese tratamiento desde hace años a través del sistema público, “tienen un sistema realmente admirable, con un gabinete completo de psicología, fonoaudiología, oratoria, psicopedagogía y grupos de ayuda”. Por eso mismo, el proyecto que obtuvo la media sanción y ahora espera su tratamiento en el Senado, se basó fundamentalmente en esa experiencia.

Tiempo después, algunas fonoaudiólogas de Salta comenzaron a encarar esa problemática en el habla de manera particular, pero para acceder a su tratamiento se hacía cuesta arriba por sus costos y porque las obras sociales no querían reconocer estos tratamientos. “Por eso fuimos armando un grupo de padres y comenzamos a difundir que estábamos para que se sumen más”, expresó Yakelina.

Pero la primera puerta se abrió cuando se enteraron que un integrante de la Legislatura “tenía tartamudez”, por lo que pidieron una audiencia “para comentarle cómo encara la provincia de Tucumán el tema y que se interiorice”. “Y aprovechamos que el chico que ganó el concurso de La Voz Argentina (Francisco Benítez) es tartamudo para poder visibilizar más esta problemática”, añadió.

Desde ese momento, y con el visto bueno de Exeni, quien además tiene un hijo de 5 años con esa mismo trastorno en el habla, comenzaron con reuniones y a establecer contactos con el área de Salud de Tucumán, “hasta que se armó este proyecto de ley”.

González aseguró que cuando la tartamudez es tratada desde sus inicios la mejora llega casi hasta un 100% en el habla, y relató que si no se trata comienzan a comprometer su estructura facial “adquiriendo ticks”, endureciendo la musculatura de la cara y hasta del cuerpo por el esfuerzo que realizan para vocalizar.

Se estima que el 1% de la población mundial vive con tartamudez, y en Salta serían, según un relevamiento que habría realizado el autor del proyecto, unos 10.000. “Muchas veces las maestras tampoco saben cómo tratar un chico con tartamudez, y ponerlos a dar una lección o creer que es callado o no sabe porque no habla, les genera muchos traumas y burlas por parte de sus compañeros”, sostuvo. El proyecto también busca generar un cambio de actitud en el entorno escolar para abordar de otra manera y con más herramientas la temática desde el momento de la detección.

La integranta de Ayuda Tartamudez Salta reconoció que aún no hay muchos especialistas en Salta, y contó que en su grupo cuentan con dos fonoaudiólogas “que no dan abasto para atender todos los casos”, siendo en total unas cinco o seis en toda la provincia. Por lo que la ley también prevé la especialización en la carrera de Fonoaudiología “para que salgan con ese conocimiento y a su vez capaciten a otros”.

Es un tema del que no se habla, porque los chicos que viven con este problema no salen, no se muestran”, indicó el autor del proyecto, quien confesó que nunca le dijeron de dónde surgía ese trastorno, y recordó que a los 10 años quería dejar la escuela por el “bullying” al que lo sometían sus compañeros. “Por eso se indica al Ministerio de Educación que capacite a los maestros y maestras para que no los expongan tanto”, explicó.

El diputado relató que tiene un hijo de cinco años que está atravesando lo mismo que él “y no quiero que sufra lo que yo sufrí en mi niñez”, y afirmó que en su caso lo fue superando desde que lo enfrentó y lo dejó de ocultar, “yo cuando asumí como diputado comencé a trabajarlo para poder enfrentar hablar en público, porque al principio me transpiraban hasta los pies cuando tenía que decir algo”.

Sin embargo, expresó con felicidad que el último martes pudo hablar y dirigirse a sus pares casi sin complicaciones, “lo importante es enfrentar los miedos y superarse, y para eso también se necesita de una mano del Estado”, indicó, y afirmó que cuando se abran los consultorios será uno de los primeros en asistir para poder seguir mejorando su habla.

El proyecto será tratado la semana que viene en la comisión de Salud de la Cámara alta, y Exeni asistirá allí con los familiares de niños y niñas con tartamudez para informar sobre el alcance, los objetivos y la necesidad que tienen de que se sancione para garantizar ese derecho a la salud.

El siguiente paso será capacitar a un grupo mayor de especialistas en la temática, para ello, el legislador y el grupo de familiares ya están en contacto con la ministra de Salud de Tucumán, Rossana Chahla, y con otros especialistas de Buenos Aires para conformar un equipo de docentes en la materia y que rápidamente los hospitales públicos sateños comiencen a responder a esa problemática que aqueja a un sector de la población.

El pasado 22 de octubre se celebró, como todos los años, el Día Internacional de la Conciencia del Tartamudeo, que busca visibilizar y apoyar a las personas que padecen este trastorno en el habla.