Independiente se quedó con el clásico de Avellaneda al derrotar anoche a Racing en el Libertadores de América por 2-0. Con los tres puntos conseguidos en casa gracias a los goles de Rigoni, de tiro libre, y de Meza, en tiempo de descuento, el equipo de Holan llegó a los nueve partidos sin derrotas y se metió de lleno en la pelea por los cupos para la edición 2018 de la Copa Libertadores.

A los dos les costaba imponer sus virtudes. Porque Racing cortaba los circuitos en el mediocampo para impedir que Independiente explotara la velocidad de sus extremos. Entonces el Rojo se repetía en la búsqueda de Gigliotti, bien controlado por la dupla Vittor-Barbieri. Por su parte, el local resolvía fácil las búsquedas ofensivas de la visita porque los delanteros de Cocca quedaban demasiado aislados en sus intentos. Entonces, al clásico le costaba subir la temperatura emotiva, aunque era intenso.

Después de los veinte minutos, Racing tuvo las mejores ocasiones del primer tiempo. En la primera, Bou envió el centro cruzado que sobró a López y también a Cuadra, que entraba por el segundo palo. En la otra, Campaña le tapó el gol a Bou, quien no pudo darle fuerza a su remate.

DyN
Emiliano Rigoni festeja su gol de tiro libre, el que le abrió el camino del triunfo a Independiente.

Las respuestas de los hombres de Holan llegaban en acciones individuales, cuando Rigoni y Barco podían imponer el desequilibrio a partir de sus gambetas o de su velocidad.

Así la primera etapa se terminó con el marcador en blanco, porque Independiente no encontró la fórmula  para superar el escalonamiento defensivo que le propuso Racing y porque a la Academia le faltó presencia en ataque para darle contundencia a las opciones que creó.

El local volvió de los vestuarios para jugar el complemento decidido a imponer condiciones y logró complicar a la visita. Primero, Barbieri se vistió de salvador con un cruce providencial. Más tarde lo salvó Orion, pero el uno no pudo hacer nada para impedir la apertura del marcador ante un tiro libre de Rigoni, que ejecutó de zurda una falta sancionada contra Videla, muy cerca del área grande, que se le coló en el palo que cubría el arquero de la Academia.

Con el resultado en contra, Racing se adelantó, y el partido ganó en emotividad. En su afán por igualar, la visita dejaba espacios para las corridas de los extremos locales, y quedaba la sensación de que Independiente podía aumentar la diferencia. Y lo que era sensación se hizo realidad, porque en la agonía del encuentro, el ingresado Meza protagonizó una gran jugada por la banda derecha. Corrió pegado a la línea de fondo, eludió a un par de rivales y cuando enfrentó a Orion definió tres dedos y puso el 2-0 final. 

Un triunfo merecido por lo que mostró Independiente en la segunda parte, aunque lo visto anoche en Avellaneda estuvo lejos de las expectativas previas, aunque eso le importará poco hoy al hincha del Rojo cuando mire la tabla. Sucede que el Rojo llegó a los 41 puntos, se metió de lleno en la lucha por los cupos a la Copa Libertadores y, si gana el partido que tiene postergado ante Defensa y Justicia, podría acercarse al líder Boca.