El Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), que nuclea a la mayor parte del sector agropecuario, defendió a la ganadería ante las críticas sobre su papel en la emisión de gases efecto invernadero (GEI) y pidió la implementación de las leyes de conservación de bosques, a pesar de que es el principal responsable en el crecimiento de la deforestación en las últimas décadas. También criticó al Gobierno por la reducción en el corte obligatorio para los biocombustibles.

"El sector agro-bio-industrial es parte de la solución para la adaptación y mitigación del cambio climático", comienza el documento publicado por el CAA, que califica al país como "líder mundial en producción agroindustrial sostenible". En esa línea, días atrás el Ministerio de Agricultura planteó que "el cambio climático es un flagelo global, pero no todos los países estamos en la misma situación ni tenemos los mismos antecedentes. Argentina es un país acreedor en términos ambientales".

Ganadería

Uno de los puntos que aborda la declaración del CAA es el tema de la ganadería, un sector que a nivel global es responsable de alrededor del 14,5 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). "Reiteramos la necesidad de evitar la demonización de la actividad. Por un lado, se resalta que el metano que genera la ganadería no es equivalente al CO2 que emiten los combustibles fósiles. No es comparable el carbono biogénico, que está dentro del ciclo de la naturaleza y es un ciclo de carbono cerrado, con el carbono de los fósiles, que se convierte en un gas de stock, principal responsable de la situación a la que hemos llegado a nivel global", señaló el CAA. 

"Por otro lado, no es similar la producción en Argentina que en otros lugares. Debemos seguir trabajando en las mediciones del balance de carbono de los sistemas de producción ganadera de Argentina que muestren su real impacto en el cambio climático", agregó.

Deforestación

"Advertimos que la plantación de árboles, la captación de carbono del aire en los suelos vía sistemas conservacionistas y otros sistemas naturales de absorción de CO2 deben ser parte esencial de la estrategia de largo plazo. Mientras que los compromisos de promover las plantaciones de árboles, evitar la deforestación y restaurar los bosques son centrales en las estrategias de mitigación y se mencionan por el Gabinete Nacional de Cambio Climático, las leyes de promoción de plantaciones forestales y la llamada Ley de Bosques vigentes, que cumplirían esos objetivos, se encuentran ambas, desfinanciadas", denuncia el CAA.

Lo que no menciona el CAA es que la deforestación está íntimamente asociada a la expansión de la frontera agropecuaria. Argentina es el sexto país del mundo en términos de tierra cultivada, con 39 millones de hectáreas. Según datos oficiales, el país está entre los diez países con mayor pérdida neta de bosques en el período 2000-2015. La región más afectada es el Parque Chaqueño, el segundo foco de deforestación de la región después del Amazonas. De hecho, el país fue ubicado recientemente en el puesto 14 en las emisiones históricas de GEI básicamente a raíz del uso de la tierra.

Biocombustibles

"La sanción de la Ley 27.640, al reducir los cortes de uso de biocombustibles, fue contraria a los compromisos asumidos por Argentina tanto en el Acuerdo de París. Asimismo, la no inclusión de uso de biocombustibles en el proyecto de Movilidad Sustentable profundiza la contradicción y demuestra directamente una exclusión de los biocombustibles en la estrategia del país siendo que los mismos no solo sustituyen combustibles fósiles, sino, además, colaboran manteniendo retenido en el suelo -de forma segura- el carbono emitido por los mismos", indicó el CAA.

"La producción de biocombustibles, biogás, energía eléctrica y térmica a partir de residuos, efluentes, chips y pellets de biomasa son formas de valorizar productos de actividades del agro y bosques, a través de su aporte de soluciones de carbono neutro sustituyendo el uso de energías fósiles", dice el CAA.