El psiquiatra estadounidense Aaron T. Beck, considerado el padre de la terapia cognitiva -el enfoque que revolucionó el campo de la psicoterapia en la década de 1960- murió este lunes en su casa en Filadelfia. Tenía 100 años.
La noticia fue confirmada por su hija Julie, presidenta del Instituto Beck, una organización que ha formado a miles de profesionales que practican la terapia cognitivo-conductual o TCC. "Mi padre dedicó su vida al desarrollo y la prueba de tratamientos para mejorar las vidas de innumerables personas en todo el mundo que enfrentan problemas de salud", destacó Julie, a través de un comunicado. Y agregó: "Realmente transformó el campo de la salud mental".
Beck, nacido en julio de 1921 en Providence, fue el pionero de la terapia cognitiva. Años atrás, el ganador del premio Nobel Eric Kandel definía en una nota de Página/12 el legado del psiquiatra graduado de la Universidad de Pennsylvania de la siguiente manera: "Tal vez sea quien más hizo por promover una psicoterapia fundamentada en pruebas empíricas". "Beck descubrió que el estilo cognitivo predominante en un paciente –su manera de percibir, representar y pensar el mundo– es un elemento crucial en varias perturbaciones, como la depresión, la ansiedad y los estados obsesivo-compulsivos", agregó.
Junto a su hija Julie, el psiquiatra el Instituto Beck en 1994, que desde entonces ha capacitado a más de 25.000 profesionales de la salud mental en 130 países en terapia cognitivo-conductual.