En contramano por Panamericana y con 1.78 y 1.82 de alcohol en sangre. En esas condiciones fueron fueron demorados una oficial ayudante y un oficial primero de la Policía de la Ciudad.

Los efectivos de la fuerza porteña viajaban de civil en un auto que pertenecía a la fuerza, cuando fueron detenidos en la localidad bonaerense de San Isidro en el peaje del Camino del Buen Ayre. Quedaron imputados por resistencia a la autoridad y tras la imputación quedaron desafectados de la fuerza.  

El máximo permitido de alcohol en sangra para conducir es de 0.5. Los oficiales de la Policía de la Ciudad viajaban muy exididos de ese límite en un Volkswagen Gol de la Policía porteña. Llevaban sus armas reglamentarias y varias latas de cerveza, que fueron secuestradas por la Policía Bonaerense. 

La detención se produjo cuando los oficiales porteños intentaron el sábado por la noche subir en contramano a la Panamericana en el peaje de la Panamericana y el Camino del Buen Ayre. El hecho no había trascendido hasta hoy cuando comenzó a circular el video por las redes sociales en el que se ve a la oficial --que conducía el auto-- llorando y en evidente estado de ebriedad. Su compañero, según figura en la causa, intentó escapar corriendo, pero fue detenido.

"Los pararon porque querían entrar de contramano a la Panamericana", dijo a Télam una fuente judicial, mientras que otras fuentes relataron que del auto escaparon corriendo dos hombres y que la mujer policía que conducía se puso hostil con el personal e incluso comenzó a orinar en el lugar.

Por disposición de la fiscal de Boulogne María Paula Hertrig, en turno en esa zona, ambos fueron trasladados a la comisaría en calidad de demorados, se les secuestraron las pistolas reglamentarias que portaban y se les inició una causa por "resistencia a la autoridad". La fiscal les notificó de la formación de la causa y al cabo de unas horas y luego de los estudios de rigor, ambos fueron liberados.

Tras la ocurrido, el Ministerio de Justicia y Seguridad porteño inició un sumario administrativo y puso en situación de "revista pasiva" a los dos efectivos imputados.

"La situación pasiva es el peor estado de revista que puede tener un uniformado ya que queda desarmado, sin credencial, sin uniforme y sin cobrar sueldo. Es el paso previo a ser echado de la fuerza", explicó un vocero de la cartera de seguridad porteña, que hasta su salto como canditado a diputado estaba bajo el mando de Diego Santilli.