La actriz y conductora Susana Giménez reveló que, a cuatro meses de recibir el alta médica luego de permanecer dos semanas internada en terapia intermedia por complicaciones en su cuadro de covid-19, aún presenta secuelas de la enfermedad. “Me falla un poco la memoria”, precisó.
Según explicó, pese a que cumplió con la rehabilitación y las indicaciones de los médicos, todavía siente las consecuencias que causó el virus en su organismo, que no tienen que ver con su voz o su sistema respiratorio, sino con la memoria.
"La única secuela que me quedó del covid-19 es que me falla un poco la memoria, alguna palabra que luego aparece”, reveló Susana en una entrevista. Asimismo, reconoció que también “el pelo se me puso como paja, se cae, me pongo de todo para ponerlo bien".
Consultada sobre cómo fue transitar la enfermedad, contó que durante su internación sintió mucho miedo y angustia, y reflexionó sobre la actitud que tomó para encarar su recuperación.
"Es uno el que tiene que ayudar a la enfermedad, no hay otra forma de avanzar. Me contaron que el médico le dijo a mi familia: 'Ahora todo está en ella, que se siente y que tome agua'. Justamente todo lo que yo no hacía. A mí no me gusta el agua y quería estar acostada, todo mal", contó.
Pero reconoció que en un momento hizo un "clic" y dijo: "'Si me va a salvar el agua, ok, tomo agua'. Me traían todo el tiempo cuatro vasos juntos, que yo me tomaba sin chistar. De a poco me fui sintiendo mejor, hasta que me fui, después de 12 días internada", concluyó.
La conductora, de 77 años, contrajo coronavirus el pasado 5 de junio, en Uruguay, a donde había decidido instalarse para pasar la cuarentena. Días antes había recibido la segunda dosis de la vacuna de Pfizer en el predio del Campus Municipal de Maldonado.
Transitó los primeros días de la enfermedad en su casa, pero luego los médicos decidieron su internación tras detectar una disminución de su capacidad respiratoria.
Susana Giménez estuvo 15 días internada en el Sanatorio Cantegril de Punta del Este. Allí le diagnosticaron una neumonía unilateral. Durante su internación debió ser trasladada a terapia intermedia, donde permaneció estable. Gracias a las mejoras que presentó, volvió a una sala común y luego fue dada de alta.