La calma obrera en el cordón exportador se tensó de repente entre el fin de semana y ayer por una liquidación errónea de sueldos que perjudicó a unos 1700 trabajadores con altos descuentos indebidos por Impuesto a las Ganancias. El malestar apuró en las últimas horas el reclamo gremial y la respuesta patronal de devolver lo retenido sin causa. Y en el sindicato prosperó la sospecha de que fue menos un equívoco administrativo y más un intento empresario de recortar haberes sin atender el decreto del Gobierno nacional que subió desde setiembre el mínimo no imponible de ese tributo.
Setecientos operarios en Terminal 6, 400 en Bunge, 350 en Cargill y 250 en Louis Dreyfus Company (LDC) pusieron el grito en el cielo cuando se hicieron del recibo de sueldo de octubre: esas empresas le aplicaron descuentos desde 75 mil hasta más de 100 mil pesos por Ganancias, y fue precisamente lo que llevó al Gobierno nacional a establecer desde setiembre que ese gravamen deje de afectar a sueldos inferiores a 175.000 pesos y alterar la escala en adelante.
Lo que despertó suspicacias fue la coincidencia de que cuatro compañías agroexportadoras del cordón industrial incurrieron en el mismo yerro que perjudicó a su personal.
"Le erraron en la liquidación al no adecuar la aplicación del Impuesto a las Ganancias como manda la última resolución (decreto 620/2021). Lo hicieron con la versión anterior, y como nuestro salario en este año se fue a las nubes, el error hizo que nos cayeran con todo", resumió el secretario gremial del Sindicato de Aceiteros, Daniel Succi. "A uno que le tenían que descontar 40 mil, le descontaron 75 mil; a otro que le tocaba un descuento de 75 mil, le descontaron 110 mil, y así...", puso como ejemplo.
El decreto 620 publicado en el Boletín Oficial del 23 de setiembre aumentó el mínimo no imponible de los sueldos, de 150 mil pasó a 175 mil pesos, para determinar la exención aplicada como si el salario fuera ganancia, renta capitalista y no remuneración por la fuerza de trabajo. La Afip reglamentó esta resolución y debería devolver a partir del salario de octubre y con retroactividad de enero, lo detraído de más. Para estos 1700 aceiteros, no hubo devolución sino retención extra.
La explicación que la patronal le excusó al gremio fue que las cuatro (Terminal 6, Bunge, Cargill y LDC) contratan a una misma empresa que les brinda el servicio de liquidación de sueldos de personal. Y le echaron la culpa.
El dirigente aceitero aseguró que el diferendo ya está camino a la solución. "Mañana (por hoy) tenemos una reunión con Bunge, y ya se comprometió a ir devolviendo la plata que descontaron demás. Igual, esto para ellos es un granito de arena en los cinco desiertos del mundo. En estos meses de 2021 facturaron 66 por ciento más que en 2010, que fue el último mejor año del sector. Exportaron por 26 mil millones de dólares", dijo Succi para poner en contexto.
"Estos empresarios son mandados a hacer, para nosotros lo hicieron a propósito. Planteamos que o devuelven la plata o paramos todo. Entonces, enseguida acataron", sintetizó el dirigente aceitero.
Hoy la escala salarial de un trabajador aceitero arranca desde los 110.000 pesos de sueldo básico sin antigüedad. Luego, con adicionales, ascenso de categoría y años de labor, la remuneración puede superar los 350.000 pesos mensuales.
"Venimos hablando con el Ministerio de Trabajo y con Diputados por el tema Impuesto ganancias. Los últimos 40.000 pesos por bono de pandemia la gente no lo vio porque les descontaron 47 mil pesos por Ganancias", comparó Succi. Por esta situación es que el gremio presionó con un aviso a la Cámara Aceitera (CIARA): no habrá colaboración obrera en tiempo de parada ni horas extras porque de hacerlo el trabajador no verá el beneficio extra: se lo tomará el fisco con el Impuesto a las Ganancias.