La Justicia porteña ordenó detener la construcción de dos torres de más de treinta pisos, tres subsuelos y 270 unidades funcionales que el Grupo Portland proyectaba en Las Cañitas, barrio de Palermo. La jueza de primera instancia Elena Liberatori declaró la nulidad del permiso de obra otorgado por el Gobierno de la Ciudad en el año 2017, argumentando que, sin pasar por la Legislatura, se "autorizó una construcción en exceso de los límites previstos por el Código de Planeamiento Urbano (CPU)". El Grupo Portland ya había recibido un revés judicial el año pasado, cuando la Justicia frenó el proyecto "Ciudad Palmera", una megaobra de diez edificios a construir en Caballito en conjunto con el Grupo IRSA.  

El fallo de la titular del juzgado Contencioso, Administrativo y Tributario N°4 llegó tras un amparo presentado por el Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC), la Cátedra Libre de Ingeniería Comunitaria (CLIC) y La Defensoría de Laburantes. La presentación se realizó hace tres años y en 2020 la jueza designó a una perito arquitecta, Nidia Agueda Bellene, para analizar el permiso de obra del proyecto ubicado en el predio de Avenida Luis María Campos entre las alturas 102 y 124. En abril de este año, Liberatori ya había frenado las obras cautelarmente hasta resolver la cuestión de fondo, que ahora dejó saldada.

"Surge del informe pericial que la autorización de ese proyecto, implica, entre otras irregularidades, la construcción de un edificio que no respeta las alturas, con metros cuadrados computables para Factor de Ocupación de Terreno muy superiores a los permitidos en el CPU", señaló Liberatori en su fallo. El proyecto de Portland, llamado "Palmera Cañitas", incluye dos torres, una de 31 y otra de 34 pisos -- triplica lo establecido por el CPU vigente al momento del permiso --, con una capacidad constructiva de 47.376 metros cuadrados y tres subsuelos con 265 cocheras.

En este sentido, la jueza explicó en el fallo que el proyecto "no respeta los niveles de cocheras autorizados y realiza una aplicación ilegal del completamiento de tejidos sin tener en cuenta los impactos sociales, ambientales y patrimoniales de esta obra". Así, Liberatori ordenó a Portland que reformule el proyecto "de conformidad con la normativa urbanística". Además, la magistrada encontró "incursiones en materia legislativa", ya que, al ser un proyecto superior a los 2.500 metros cuadrados, requería "el dictado de normas urbanísticas particulares, elaboradas por el Consejo del Plan Urbano Ambiental para ser aprobadas por la Legislatura".

“La Constitución establece que es la Legislatura la que define la planificación de forma participativa. El jefe de Gobierno o sus funcionarios no tienen ninguna competencia o facultad para otorgar privilegios urbanísticos. El caso de Palmeras Cañitas es el paradigma de este manejo arbitrario de la planificación de la ciudad", indicó a este diario Jonatan Baldiviezo, titular del ODC, quien remarcó que, en total, "la Justicia detectó alrededor de 15 incumplimientos al CPU". 

"En los últimos 14 años, el GCBA implementó un plan sistemático de otorgamiento de excepciones al CPU para autorizar torres y 'enrases' a través de la Secretaría de Planeamiento o la Dirección de Interpretación Urbanística. A estas excepciones inmobiliarias las llamó 'interpretaciones'", agregó Baldiviezo. "La Legislatura o la Auditoría debería llevar adelante una investigación con relación a todas las torres que se construyeron en la ciudad a raíz de estas 'interpretaciones'", añadió el abogado.

“La Justicia en muchos casos frenó estas obras nacidas de 'interpretaciones' porque resultaban inconstitucionales e ilegales. Ante semejante inseguridad jurídica en que se encontraron las desarrolladoras inmobiliarias, el GCBA decidió derogar el viejo CPU y aprobar el nuevo Código Urbanístico (CU)", recordó por su parte María Eva Koutsovitis, coordinadora de CLIC e investigadora del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas. "De esta forma legalizaron la mayoría de las obras y torres aprobadas con excepciones truchas. Palmera Cañitas es uno de los edificios que no pudieron legalizar con el nuevo CU", subrayó Koutsovitis. 

Tras la aprobación del nuevo CU en 2018 comenzaron a surgir los "Convenios Urbanísticos", con los que el Ejecutivo de Horacio Rodríguez Larreta otorga excepciones constructivas a los desarrolladores inmobiliarias por fuera de lo establecido en ese Código. En esos casos, es la Legislatura la que debe aprobar las excepciones, como sucede con el barrio de torres de lujo que IRSA proyecta en Costanera Sur o el paquete de 11 torres que el oficialismo porteño aprobó en primera instancia en septiembre pasado.

El freno a "Palmera Cañitas" no es el primer revés que recibe el Grupo Portland. El año pasado, la Justicia paralizó la megaobra "Ciudad Palmera" que buscaba construir en Caballito, en el predio lindante a las vías de la calle Avellaneda 1300/1400/1500. En ese playón ferroviario, donde los vecinos proponen realizar un parque público, la desarrolladora inmobiliaria, en conjunto con IRSA, pretende construir diez edificios de nueve y diez pisos, además de un shopping a cielo abierto, con una capacidad constructiva total de 168.480 metros cuadrados.