El presidente de Chile, Sebastián Piñera, defendió ante la justicia los indultos que concedió el año pasado a 10 condenados por graves violaciones a los derechos humanos durante la dictadura liderada por Augusto Pinochet (1973-1990). La declaración del mandatario fue en respuesta al recurso de protección presentado en su contra por la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, que busca declarar la nulidad de los decretos de 2020 que permitieron indultar por razones humanitarias a condenados por delitos de lesa humanidad.
En su presentación ante la Corte de Apelaciones de Santiago, Piñera (representado por el ministro subrogante de la presidencia, Máximo Pavez) alegó que con el indulto "no se configura ninguna causal de denegación de aquellas contempladas en el artículo 40 de la Ley N° 18.050". El presidente de derecha aseguró que "no se han otorgado los beneficios de manera caprichosa o antojadiza por la autoridad", por lo que "los actos que los conceden han dado pleno cumplimiento a la normativa aplicable".
Piñera argumentó que "los estándares internacionales exigen dar trato humano a las personas condenadas, regla que se compatibiliza con las obligaciones que tiene el Estado de Chile con respecto a la verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición". Los 10 indultos fueron otorgados por el Estado chileno entre junio y diciembre de 2020.