Luego de observar el resultado de su primera marcha, Mauricio Macri no volverá a hacer una convocatoria popular para su visita al juzgado de Dolores. Sí lo acompañarán entre 15 y 20 diputados del PRO. La UCR y la Coalición Cívica no coinciden con la movida, la consideran demasiado similar a lo que se organizó con Cristina Fernández de Kirchner en 2016. La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, no lo acompañará esta vez. Así, no cabe esperar en esta segunda oportunidad saludos del expresidente a las calles vacías ni quejas por los controles policiales ni un discurso ante unos cuantos cientos de seguidores.
La primera convocatoria del entorno de Macri a concentrarse en Dolores causó polémica dentro de la alianza opositora. Primero circuló la versión de que iban a organizar una movilización masiva con "400 micros", algo que fue desmentido a este diario por uno de los organizadores. Finalmente, terminó siendo algo mucho más modesto, con parte del ex gabinete del Macri y algunos legisladores. Pero la polémica no fue por la magra convocatoria sino porque la organización del acto en sí.
El encargado de blanquear la interna fue el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, quien dijo que Macri simplemente debería haberse presentado a declarar. Y sostuvo que no estaba de acuerdo con ese tipo de marchas, que le recordaban mucho a las de CFK. Incluso, Morales le puso más picante: "Muchos en el PRO tampoco comparten el acto de Macri, pero no lo dicen". En el PRO nadie se hizo cargo y mucho menos Horacio Rodríguez Larreta, a quien cuestionaron por lo bajo por no movilizarse a Dolores con Macri. Lo cierto es que el jefe de gobierno porteño, María Eugenia Vidal y Diego Santilli se sacaron una foto con el ex presidente el día anterior.
Pasado el acto, la convocatoria fallida y la indagatoria reprogramada, esta vez no parecía haber mucho interés en repetir el fiasco de convocar a una marcha por Macri. De hecho, se rumoreaba que ni Patricia Bullrich concurriría. Este diario consultó a la presidenta del PRO, que confirmó que en esta oportunidad no será de la partida.
Ante la eventual imagen del expresidente yendo a Dolores en absoluta soledad y el contraste con lo que se vio la semana pasada, se organizó a último momento una comitiva de diputados que lo acompañarán en sus autos particulares. El temor principal era que cierto núcleo duro de votantes salieran a cuestionar a los otros dirigentes del PRO por "soltarle la mano a Macri". Está claro que hay cuentas troll en Twitter que perfectamente lo podían hacer.
Para desactivar esto, viajará un grupo encabezado por el presidente del bloque de diputados, Cristian Ritondo. Entre los que confirmaron que lo acompañarán estaban Fernando Iglesias, Omar de Marchi, Ezequiel Fernández Langan, Juan Aicega, Julio Sahad, Natalia Villa, Dina Rezinovsky, María Luján Rey, Mercedes Joury, Adriana Cáceres, Carmen Polledo, Pablo Torello, Martin Medina y Jorge Enriquez, entre otros. También se acercarán alguos intendentes y concejales.
Son íntegramente del PRO, dado que quedó claro que sus socios de la UCR y la Coalición Cívica no comparten la jugada. Elisa Carrió dijo la semana pasada que con el calor que hacía no iba a ir a Dolores. Esta semana los problemas de salud que enfrenta no le permitirán tampoco asistir. Larreta buscó una forma de apoyar sin estar, pero queda claro que al jefe de gobierno porteño no lo convence demasiado que se agrande como tema de campaña el espionaje a los familiares de los muertos en el submarino ARA San Juan. Ni mucho menos darle a Macri la centralidad en la elección.
Macri no tendrá, por lo tanto, una plataforma de relanzamiento político como en algún momento imaginó que podría llegar a ser esa indagatoria. No importa: el ex presidente seguirá buscando el momento propicio para comenzar a deslizar que puede volver a ser candidato en 2023. Ya dijo ante una pregunta conveniente en una charla partidaria que no descartaba nada y que "en 2023 la gente decidirá". Mucho puede ocurrir de aquí a ese año, pero está claro que la idea ronda la cabeza del expresidente, cada vez más. El domingo de las elecciones estará todavía en el país, con la idea nuevamente de montarse sobre el resultado, como hizo en las PASO. Luego --si el Poder Judicial lo deja-- se tomará algunas semanas para viajar a Arabia Saudita.