El juez federal N°3 de Rosario, Carlos Vera Barros, procesó ayer a Ariel Maximiliano “Guille” Cantero y a otras 16 personas -una de ellas menor de edad- por participar en el secuestro extorsivo de un joven en julio pasado, en Arroyo Seco, a quien le amputaron un pedazo de uno de sus dedos para que su padre pagara el rescate. El Ministerio Público Fiscal también logró procesarlos por comercialización de estupefacientes en Villa Gobernador Gálvez, desbaratada durante una serie de allanamientos desplegados en el marco de la pesquisa realizada por el Equipo de Investigación Conjunto (ECI) conformado por la PROCUNAR y el Ministerio Público de la Acusación (MPA) de Santa Fe. El hecho ocurrió el pasado 23 de julio cuando la víctima fue secuestrada tras ir a comprar estupefacientes a uno de los integrantes de la organización que lidera Cantero, quien coordinaba las actividades ilícitas desde su lugar de detención. Para la justicia la organización “se dedicó principalmente a realizar actividades de narcotráfico, lo cual generó un caldo de cultivo para la planificación y ejecución de otros delitos violentos dirigidos, en última instancia, a sostener el tráfico ilegal de estupefacientes”. De iugal modo el federal entendió que el secuestro “estuvo motivado en la necesidad de saldar deudas vinculadas al pago de material estupefaciente entregado para la venta por los sujetos aquí investigados”.

La imputación había sido elevada en una presentación conjunta, entre los titulares y auxiliares fiscales de la Fiscalía Federal N°2 de Rosario, Claudio Kishimoto y Franco Benetti, de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (UFESE), Santiago Marquevich, Pedro Rebollo e Ignacio Rueda, y de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), Diego Iglesias y Matías Scilabra. 

El juez federal N°3 de Rosario, Carlos Vera Barros, procesó ayer a  Ariel Maximiliano “Guille” Cantero y a otras 16 personas -una de ellas menor de edad- por participar en el secuestro extorsivo de un joven en julio pasado, en Arroyo Seco. El Ministerio Público Fiscal había pedido también imputarles la comercialización de estupefacientes en Villa Gobernador Gálvez, desbaratada durante una serie de allanamientos desplegados en el marco de la pesquisa realizada por el Equipo de Investigación Conjunto (ECI) conformado por la PROCUNAR y el Ministerio Público de la Acusación (MPA) de Santa Fe.

El secuestro tuvo lugar el 23 de julio alrededor de las 23.00, cuando la víctima y un amigo concurrieron a un punto de venta de drogas situado en la calle Baigorria al 600 de Arroyo Seco. Cuando el hombre bajó del vehículo fue interceptado por un Chevrolet Astra, del cual descendió un sujeto vestido de policía y le dio la voz de alto. Asimismo, otro hombre apareció por detrás de la víctima y le dio un culatazo. Tras un frustrado intento de escape, el hombre fue obligado a subir al vehículo donde había otras dos personas. La víctima fue trasladada hasta una vivienda -que luego se ubicó en la intersección de las calles Simón Bolívar y Bomberos Voluntarios de la ciudad de Villa Gobernador Gálvez- donde permaneció cautiva unas dos horas, periodo en que los secuestradores se comunicaron con su padre y madre y les exigieron dinero por su liberación.

Tras el pago de 10 mil dólares y algunas joyas, que fueron entregadas en las inmediaciones del Puente Cargill, el joven fue liberado. Durante su cautiverio, la víctima fue cortada con un cuchillo y golpeada -lo que le provocó fracturas en un dedo, una mano y un codo- y le robaron el short, la remera y las zapatillas que vestía.

En virtud de las pruebas recabadas durante la extensa investigación, los fiscales habia  solicitado el procesamiento con prisión preventiva de Cantero, nueve hombres y tres mujeres -integrantes de la organización conocida como “Los Monos”- en orden a los delitos de secuestro extorsivo agravado por haberse cobrado el rescate exigido, por haberle causado a la víctima lesiones graves y por la participación en el hecho de tres o más personas, y por robo agravado por el uso de arma y por haberse cometido en poblado y en banda. Vera Barros ahora les dio la razón.