“Hay unas palabras que son ‘Nunca más’ y que deben existir para todos los actos aberrantes que ha cometido la humanidad, para que no se sigan ocurriendo y no se repitan”, subrayó la presidenta de Abuelas De Plaza de Mayo, Estela de Carlotto durante el cierre del simposio internacional "Entre negacionismos, discursos de odio y sus múltiples formas de prevención", que durante el último mes llevaron a cabo la regional porteña de HIJOS; la Cátedra Libre de Derechos Humanos “Osvaldo Bayer” de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y la Fundación Luisa Hairabedian en conjunto. Participó de la clausura, también, el relator de la ONU sobre la promoción de la Verdad, la Justicia, la Reparación y las Garantías de no repetición y jurista argentino Fabián Salvioli. “la memoria debe ser central en un Estado”, sostuvo.
Carlotto se paró sobre la “necesidad de no olvidar y de no permitir que lo que ha pasado vuelva a pasar en ningún lugar del mundo” como uno de las enseñanzas que en la actualidad puede hoy “demostrar” el movimiento de derechos humanos que conforman los organismos que surgieron para exigir justicia, verdad y memoria sobre los crímenes de la última dictadura cívico militar, como las Abuelas, que cumplen este año 44 años.
En ese sentido, añadió, que “en ningún momento de esos 44 años hemos tenido rencor, odio, hemos pedido venganza. Y la palabra que simpre me sale es el amor, porque el amor construye y nos permite pensar en estrategias para conseguir logros con buenos sentimientos”.
Sobre las expresiones negacionistas, pidió “cuidar la democracia”: “El negacionismo, esa mala gente, quiere destruir memoria, y convertirla en algo que no tiene ningún significado histórico. Por eso hay que cuidar a la democracia, porque de todos depende”. Ellas, en tanto, aseguró, van a “seguir buscando no solo a los nietos, sino también condena moral y de la Justicia para esos asesinos, y cuando no estemos más seguirán los nietos. Seremos ejemplo”, dijo.
Pero antes de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Salvioli propuso hablar de la memoria para cercar al concepto de “negacionismo”, que es el eje del Simposio internacional que él y ella fueron convocados a cerrar. “La memoria marca un vallado para que no se vuelvan a cometer hechos brutales. Y no estamos vacunadas y vacunados contra los posibles retrocesos en esta materia. Así que la memoria es un deber y un derecho individual, pero sobre todo colectivo. Fundamental”, sostuvo.
En ese sentido, reflexionó que tanto la memoria, como la perspectiva en derechos humanos “deben ser una política innegociable de Estado“. “Sobre todo cuando se tratan de crímenes de lesa humanidad, planificados y perpetrados por el Estado”, , como lo fue el terrorismo de Estado de la última dictadura.
“Quien niega esos crímenes es porque es realidad los comparte”, sostuvo, antes de aclarar que “cuando se apela a la desmemoria lo que se busca es impunidad” para los responsables de aquellos crímenes. “No es solo lograr que se olviden los hechos, sino también que queden impunes sus responsables”, agregó.
Un simposio para generar consenso
La de este miércoles fue la última jornada de la convención que, durante cinco encuentros semanales, abrió el debate sobre “este embate que estamos sufriendo en la Argentina de un sector minoritario, pero que cada vez se escucha con más fuerza que constantemente refuta lo sucedido en el pasado reciente en nuestro país, que tiene al negacionismo del pasado como bandera”, definió Carlos Pisoni, de HIJOS. en diálogo con este diario horas antes de ser uno de los anfitriones de las dos personalidades elegidas para darle cierre a la jornada final.
Con la misma preocupación de los organismos de derechos humanos sobre las expresiones negacionistas y su crecimiento en el devenir del discutir público, la Cátedra Libre “Osvaldo Bayer” y la fundación Hairabedian, que tiene entre uno de sus objetivos primordiales mantener la memoria sobre el genocidio armenio, diagramaron charlas entre ferentes del movimiento, acdémicos, personlalidades dela esfera pública y referentes de otros países para “abrir la discusión y llegar a un consenso” sobre qué es lo que se puede y se debe hacer frente sa los discursos de odio.
Alexis Papazian, docente de la cátedra libre y responsable académico del área de investigación de la fundación, agregó que la selección de quienes participaron de los encuentros tuvo que ver con la necesidad de reunir “miradas dentro de los derechos humanos, distintas, pero aunadas en la noción de justicia,d e memoria, de verdad, sobre lo que son los negacionismos”.
A lo largo de los miércoles del último mes pasaron expertos como Diana Lenton, Damián Loreti, Daniel Feierstein y Guido Croxatto, el juez daniel Rafecas, el cineasta Benjamín Ávila, y el diputado Marcelo Koening; expertos de Brasil, de Francia y de España, referentes del Ministerio de Educación nacional y de sitios de memoria de todo el país. Participaron entre 150 y 200 personas por encuentro, cada semana, de Argentina pero también de Brasil, Chile, México, Perú, Francia, España y Venezuela, entre otros países.
“Partimos de una base” para esta discusión, sostuvo Pisoni en la apertura del último encuentro, que tuvo lugar ayer, de manera virtual como el resto de los miércoles, entre las 18 y las 20: “El proceso histórico de memoria verdad y justicia, único en el mundo, el movimiento de derechos humanos organizado durante más de 45 años y esa fortaleza que tuvo siempre de seguir adelante, con nuestras Madres y Abuelas al frente”, completó.
Por último, Pisoni resaltó que “es necesario” generar en el país “un marco regulatorio” que “ofrezca un equilibrio entre el punitivismo y la libertad de expresión” para darle un límite a las expresiones negacionistas y los discursos de odio. Recordó, en ese punto, que hay en la actualidad ocho proyectos de ley que apuntan a ese objetivo. “Atomizados y con diferencias todos en la cuestión punitiva”, sumó Federico Gaitán Hairabedian, quien habló en representación de la fundación. En tanto, añadió que el marco regulatorio “debe tener en cuenta la educación para la prevención de esas expresiones”.