Mauricio Macri apuesta todas sus fichas a sacarle la causa por el espionaje a los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan al juez Martín Bava, que el miércoles finalmente logró indagarlo. El principal interés del expresidente es que la causa viaje hacia los tribunales de Comodoro Py, donde se siente más protegido que en el juzgado de Dolores, a la que en su entorno califican como una jurisdicción “anti PRO”.
En su cara a cara con el juez Bava, Macri solo tuvo tiempo para acusarlo de querer dictarle un procesamiento antes del domingo 14, día de las elecciones de medio término. Pero, perdida entre las catorce páginas del escrito que presentó con su abogado Pablo Lanusse, hay una información fundamental: el expresidente le anuncia al magistrado que ya hizo un planteo en los tribunales de Comodoro Py para que la justicia federal de la Ciudad de Buenos Aires le reclame la causa.
El planteo para forzar el pase a los tribunales de Retiro se hizo el 19 de octubre, según pudo saber PáginaI12. Fue un día antes de que Macri debiera presentarse a la indagatoria ante Bava y el mismo día en que retornó al país después de una gira por Estados Unidos y Qatar. Macri estaba citado desde el 1 de octubre para responder por los seguimientos que desde la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) se hicieron entre diciembre de 2017 y finales de 2018 sobre las familias que querían saber qué había pasado con el submarino de la Armada Argentina. Macri no se presentó ese 20 de octubre, sino que recusó a Bava y fue a Comodoro Py a pedir que reclamaran la causa.
“Mas allá de que jamás realicé esos comportamientos, para discernir constitucionalmente quién es el juez natural para conocer e investigar tales hipótesis, corresponde hacer un ejercicio imaginario y estarse a dónde eventualmente un Presidente de la Nación pudo haber ordenado, recibido, impartido o destinado acciones, análisis y/o recursos. Y ese lugar es uno solo, su sede física de desarrollo de sus actividades y competencias que es exclusiva y excluyentemente la Casa de Gobierno, sita en Balcarce 50, Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, sostiene Macri en el escrito al que accedió este diario.
Macri dice concretamente que, como él trabajaba en Ciudad de Buenos Aires, es la justicia federal porteña la que debe investigar si ordenó espiar a los parientes de los submarinistas. Este planteo lo recibió el juez federal Ariel Lijo. La presentación fue hecha en ese juzgado porque ahí tramita un pedido de inhibitoria anterior, que había sido presentado el año pasado por el exdirector general de la AFI Gustavo Arribas. El amigo de Macri fue a pedir que le sacaran la causa del llamado Proyecto AMBA al juez federal Alejo Ramos Padilla --que, por entonces, estaba al frente del juzgado de Dolores--. Ni Lijo ni el fiscal Franco Picardi estuvieron entonces de acuerdo con el planteo de Arribas. Sin embargo, el 30 de diciembre del año pasado, el presidente de la Cámara Federal porteña, Martín Irurzun, le dio razón al exjerarca de la AFI macrista y le ordenó a Lijo que pidiera la causa.
La causa del Proyecto AMBA es, de alguna manera, la causa madre de la del espionaje a los familiares del ARA San Juan. De hecho, la documentación que da cuenta de los seguimientos a las familias apareció cuando Ramos Padilla le pidió a la intervención de la AFI que relevara la documentación que existía de las distintas bases que operaron en provincia de Buenos Aires durante el macrismo. De esa forma, se encontraron los partes que habían confeccionado los agentes que se desempeñaban en la delegación Mar del Plata de la AFI.
Ahora Macri reedita la estrategia de Arribas, su amigo al que hizo volver de Brasil en diciembre de 2015 para ponerlo al frente de la exSIDE. El pedido de Macri ingresó el 19 de octubre al juzgado. Lijo le pidió su opinión a Picardi y el fiscal, seis días después, dijo que había que esperar que resolviera la Cámara Federal de Mar del Plata. Es decir, que había que aguardar hasta que ese tribunal dijera si la causa del Proyecto AMBA y la del espionaje al ARA San Juan deben continuar en Dolores. Todo indica que Lijo coincide nuevamente con Picardi y que Macri no conseguirá ningún gesto, por el momento, desde Comodoro Py en su pulseada con Bava.
Si la Cámara Federal de Mar del Plata sostiene que las causas debe mudarse a la Ciudad de Buenos Aires, serán Lijo y Picardi quienes deberán tramitar esos dos expedientes. Si la Cámara marplatense, por el contrario, dice que las investigaciones deberán quedarse en Dolores, será la Cámara Federal de Casación la que defina dónde tramitarán las causas.
Mientras tanto, Macri apuesta a que los camaristas marplatenses saquen del caso a Bava, a quien él acusa de ser parcial y de querer procesarlo por motivos políticos. La Cámara --integrada por Alejandro Tazza y Eduardo Jiménez-- fijó audiencia para el próximo viernes 12 de noviembre para analizar el planteo de recusación del expresidente contra Bava.
Bava está asegurado al frente de la causa del ARA San Juan hasta el 12 de noviembre, aunque también esa audiencia podría condicionar que el juez resuelva antes si procesa, sobresee o le dicta una falta de mérito a Macri antes de ese momento.