La confusión sobre el número de muertos que provocó un nuevo episodio de violencia en el militarizado sur de Chile se instaló en la capital, Santiago, luego de que el presidente Sebastián Piñera contradijera a su propio gobierno e informara que un mapuche y no dos fallecieron el miércoles en un presunto enfrentamiento con las fuerzas de seguridad, una versión también apoyada por una organización de derechos humanos. El incidente ocurrió un día después de que Piñera anunciara su pedido al Congreso de extender el estado de excepción y militarización de cuatro provincias en las regiones de Biobío y La Araucanía.
Primero fuentes médicas y de la Fiscalía local informaron que una persona de 23 años y otra de 44 habían resultado heridas en dos incidentes distintos en la región del Biobío, y murieron cuando eran trasladadas a un hospital. Luego, el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, confirmó la información de dos muertos y tres heridos en dos incidentes separados en la ruta que une las localidades de Tirúa y Cañete, en la provincia de Arauco, pero no identificó a las víctimas reconociendo que aún hay cierta confusión sobre lo sucedido.
Poco después el presidente Piñera cambió esta versión inicial oficial y sostuvo que sólo una persona falleció y tres resultaron heridas. El jefe de Estado aclaró que Carabineros y las Fuerzas Armadas sufrieron "emboscadas y ataques, cuya naturaleza y circunstancias están siendo investigadas por la Fiscalía, una persona falleció, tres resultaron heridas y dos personas fueron detenidas, incautándoseles armas de fuego".
"Estos graves hechos, sumado a publicaciones de grupos terroristas fuertemente armados, que amenazan a nuestra sociedad, no hacen más que ratificar la necesidad de mantener este estado de emergencia constitucional", indicó Piñera junto a sus ministros de Interior y Defensa.
El mandatario hacía referencia a un video publicado en redes sociales en el que medio centenar de encapuchados armados de la organización Weichan Auka Mapu califican a las fuerzas de seguridad de "perros guardianes de los ricos" y los amenazaron con combatirlos "con armas" si no abandonan el territorio.
En sintonía con Piñera, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de la ciudad de Concepción, capital de Biobío, informó que solo un mapuche fue muerto y no dos. Carolina Chang, de la INDH, afirmó que una de las personas que resultó herida fue dada por muerta.
Ante la creciente confusión Rodrigo Díaz, gobernador de la región del Biobío, acusó al gobierno de ser "responsable" de los hechos y exigió precisiones. Díaz reconoció que existe temor a que haya "una escalada de violencia a raíz de los fallecimientos" y que el conflicto requiere "un abordaje integral para que más gente no resulte muerta".
La versión mapuche
Mientras tanto, dirigentes mapuches eligieron distanciarse de la versión "oficial" de los hechos ocurridos el miércoles. Sostienen que los policías abrieron fuego contra personas que protestaban contra la militarización de la zona y que intentaron liberar a dos mapuches detenidos sobre la ruta cuando iban en un auto que según la policía era robado.
José Huanchuleo, testigo de los incidentes, declaró a medios locales que el enfrentamiento ocurrió en medio de un corte de ruta con barricadas donde "un milico se dio la media vuelta y nos dispara a quemarropa". Huanchuleo agregó que "iba una niña dentro de la camioneta y los milicos sin decir nada nos dispararon".
Sobre el segundo hecho, ocurrido horas más tarde en la misma zona, el jefe de la Defensa Nacional del Biobío, contraalmirante Jorge Parga, explicó que funcionarios de la Armada fueron "nuevamente atacados con armas de fuego desde el interior de un predio". Detalló que, ante el ataque, los efectivos "debieron hacer ingreso reaccionando a esta agresión y procediendo a la detención de dos personas: un adulto de 21 años y un menor de 15 años".
Un grupo de convencionales, entre los que estaban los 17 representantes de los pueblos indígenas que integran el órgano que redacta la nueva Constitución, marcharon el miércoles hasta La Moneda para pedirle a Piñera el fin del estado de excepción.
"La militarización no es el camino. Es tiempo de construir política con altura histórica. En la convención trabajamos para ello, es urgente que esto irradie y gestemos amplios diálogos plurinacionales con respeto a los derechos humanos", exigió Elisa Loncón, la académica mapuche que preside el órgano.
Militarización y estado de excepción
El presidente Piñera decretó este mes, y luego amplió por 15 días, la militarización en Biobio y la vecina región de La Araucanía tras una serie de hechos de violencia. Ambas regiones atraviesan un histórico conflicto entre el pueblo mapuche y el Estado por la propiedad de tierras, que los indígenas consideran propias por derecho ancestral y que fueron entregadas a privados, principalmente a empresas forestales y hacendados.
En La Araucanía, en tanto, un grupo de personas quemó este jueves siete máquinas, entre camiones y retroexcavadoras, de una empresa constructora en un barrio de la localidad de Victoria, provincia de Malleco, informó el diario La Tercera citando a la Fiscalía local. Hace años se registran en la zona ataques a predios y maquinarias, a menudo usados como excusas por policías y militares para reprimir a estos grupos, que ya cuentan con varios muertos.