Seis meses después de que un padre abusador fuera condenado a 20 años de prisión, por someter a su hija durante más de 13 años, la Justicia de San Lorenzo admitió que la joven cambie su apellido por el materno. El juez de Familia de San Lorenzo, Marcelo Escola, hizo lugar a la petición, una necesidad que planteó la muchacha que en 2019 pudo hablar sobre los años de padecimiento y denunciar al agresor. En sus fundamentos, el magistrado mencionó "el horror al que fue sometida cada día".
El calvario de la joven comenzó cuando tenía 8 años y se extendió hasta los 21. "Abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado y lesiones leves agravadas", fue la calificación penal por la que en abril pasado fue condenado el acusado de 46 años, tras los hechos cometidos en Capitán Bermúdez. Como consecuencia de los ataques, la chica cursaba un embarazo avanzado cuando pudo hablar --según publicó por esos días la periodista Flavia Campeis, en diario Síntesis--, al mes le hicieron una cesárea programada y decidió dar en adopción.
Ante todo lo padecido, la sentencia condenatoria se sintió como un "alivio" para Bianca, quien días después presentó el pedido para el cambio fomal de su apellido paterno por el de su madre, la mujer que la acompañó desde un primer momento y que nunca dudó de ella. Su apoyo, dice el fallo del tribunal de Familia, le permitió abrirse para contar lo sucedido, denunciarlo y “no parar hasta obtener una condena”. La peticionante planteó que su madre "nunca bajó los brazos en esta lucha y por eso mi apellido debe ser (el de ella), con el cual quiero identificarme y que me identifique la sociedad", dice el fallo.
La presentación ante el juzgado de Familia plantea que la peticionante no podía seguir identificándose socialmente con el apellido de quien le "arrebató su inocencia", le ocasionó traumas psicológicos. "Un niño agredido sexualmente por un adulto queda marcado de por vida, mucho más cuando debería haber sido el referente de amor, contención y educación, como es la figura del progenitor, es en este caso, el autor del delito”, expresa el pedido.
En su resolución, el juez Escola señaló que “el horror al que fue sometida, cada día, durante al menos catorce años, el poder transitar la denuncia de tales aberraciones y el juicio posterior, como asimismo los demás días a transcurrir, con sus lamentables consecuencias, me relevan de tener que dar otra explicación o hacer interpretación alguna, más allá de sus propias palabras, con las que entiendo sobradamente acreditada la petición origen de estas actuaciones”. Y agrega: "Su identidad-personalidad se ha visto modificada y alterada de una forma extrema, violenta, arrasadora (...)"; y ante ello entendió que "no pueda, ni quiera, ni sienta, identificarse con quien se transformó de progenitor en su abusador permanente y sistemático, durante prácticamente la mayor parte de su vida".
En abril pasado, tras varias jornadas de juicio oral, los llantos y abrazos se multiplicaron en el ingreso a los Tribunales de San Lorenzo, donde el tribunal compuesto por Griselda Strólogo, Jesús Rizzardi y Eugenio Romanini condenó a Enrique Pochón. El debate dio cuenta de que los abusos fueron reiterados, mientras la madre de la joven trabajaba y en otros momentos que el acusado aprovechó para someterla .