Tres hombres fueron condenados a prisión perpetua por el femicidio de Araceli Fulles, mientras que fueron absueltos otros cinco sospechosos que habían llegado imputados al juicio oral. “Ella ahora va a descansar en paz, le volverán a crecer las alas y volará bien alto”, dijo con la voz entrecortada por el llanto Mónica Ferreyra, la mamá de Araceli, luego de escuchar el fallo, acompañada por familiares de otras víctimas de la violencia machista. El cuerpo de la joven había sido hallado en 2017, bajo unos escombros, en una casa de la localidad bonaerense de José León Suárez.
Los jueces del Tribunal Oral 3 de San Martín, condenaron a Carlos Casalz, Hugo Cabañas y Marcelo Escobedo, para quienes ordenaron su inmediata detención. Los tres fueron considerados coautores del delito de “homicidio agravado por mediar violencia de género”. Al ingresar al recinto de la sala de audiencias de los Tribunales de San Isidro, la madre de Araceli repartió globos de color violeta entre las decenas de personas que la fueron a acompañar. Entre los asistentes, hubo familiares de Daiana Ojeda y Chiara Rodríguez, asesinadas en julio de 2019 y septiembre de este año, en ambos casos en la localidad de José León Suárez.
“Llegó el momento de decir basta, hoy pedimos que se haga justicia”, decía la pancarta en manos de una de las personas que asistieron a la audiencia. De fondo se escuchaba la canción “Cómo te extraño”, en la voz de Abel Pintos: “Cuando la fe y el amor ya no alumbren, no va a quedar más nada”. La mamá de Araceli dijo que estaba “muy triste”.
Un cordón policial cuestodiaba la entrada a los Tribunales, mientras los manifestantes cantaban “¡Araceli presente! ¡Ahora y siempre!” y los familiares lucían remeras con la leyenda: “Vamos negrita”, junto con el rostro de la joven asesinada. Entre los asistentes estuvo el ministro de Obras Públicas de la Nación y exintendente de San Martín, Gabriel Katopodis.
Los que pidieron no escuchar la sentencia fueron los imputados, que decidieron salir antes de que comenzara la lectura del fallo. Se fueron, aunque los jueces les dijeron que habían sido tomadas todas las medidas de seguridad necesarias.
La mamá de Araceli se ubicó en la primera fila destinada al público. Lloró al escuchar la decisión de los jueces, mientras el público estalló en aplausos y exclamaciones como “¡Vamos Araceli!” y “¡Grande Negra!”. Mónica dijo “los amo, se hizo justicia”. Y agregó, mirando a las familias de las otras víctimas: “Esto es para todas ustedes. En cada chica que vea en la calle voy a ver a mi hija. Gracias a todos”. Entonces, los globos violetas fueron soltados.
La pena impuesta a los tres condenados coincidió con el pedido de la fiscal Mariana Piwarczuk y por el abogado de la familia, Diego Szpigiel. No hubo acusación para los otros imputados: Hernán Rodrigo Badaracco, Carlos Antonio Ibarra, Daniel Alaniz y los hermanos Jonathan y Emanuel Ávalos, quienes fueron absueltos. Otro de los sospechosos, Darío Badaracco, hermano del imputado Hernán Rodrigo, había sido detenido por el hecho, pero murió el 13 de abril de 2019, como consecuencia de las heridas que sufrió al ser atacado por otros detenidos en el penal de Sierra Chica.
La mamá de Araceli, tras el fallo, recordó que fue “una lucha muy dolorosa, porque te sacan la vida y hay que sacar fuerzas de donde sea, para que ella pueda descansar en paz”. Insistió en que fue “un camino muy duro, recordarla cada segundo, besar su foto todos los días antes de desayunar. Y lo voy a seguir haciendo todos los días”.
Sobre los condenados, sostuvo que “todo hombre que mata a una mujer es un cobarde”. Agregó que cuando pidieron salir de la sala, para no escucha la sentencia, “actuaron como lo que son: cobardes”. Ricardo Fulles, el padre de Araceli, dijo sentir “alegría” por las condenas, pero consideró que le hubiera gustado “verles las caras” a los condenados “que fueron tan hábiles para declarar, tan cínicos, tan mentirosos, todo el desastre que hicieron con Araceli”. De todos modos, estimó que “hay mucha gente que no entró en este juicio y que tiene que entrar”.
Todos los imputados habían llegado en libertad al juicio, pero dos de ellos, Casalz y Cabañas fueron detenidos en forma reciente, luego que familiares de Araceli y testigos recibieran amenazas.
Araceli Fulles, de 22 años, fue hallada el 27 de abril de 2017 debajo de unos escombros, en el patio de la casa de Darío Badaracco, ubicada en Alfonsina Storni 4477, de José León Suárez, partido de San Martín. La joven estaba desaparecida desde la madrugada del 2 de abril, en una plaza cercana a su casa. A las 7 de ese día envió el último mensaje a su mamá: “Vieja, prepará las cosas para el mate que estoy yendo para casa”. La encontraron 25 días después y la autopsia determinó que murió por “asfixia mecánica” y “estrangulamiento a lazo”.