Los fiscales de la Agencia de Delitos Complejos de Rosario informaron ayer que está "descartada" la hipótesis de intento de robo en el caso de Miguel Ángel López, el mozo de la tradicional parrilla Viejo Balcón que el 25 de octubre pasado, alrededor de las 2 de la mañana, fue atacado a tiros por desconocidos cuando llegaba de su trabajo y se disponía a guardar el auto en una cochera a la vuelta de su casa. La investigación tuvo un vuelco total a partir del hallazgo en el teléfono de la víctima de mensajes que daban cuenta que había contratado un sicario para atentar contra alguna de las personas propietarias de la parrilla. Ahora se tratan de establecer las causas que motivaron el ataque a López, porque de hecho ni la parrilla ni sus dueños fueron víctimas de un atentado.
López es empleado desde hace 30 años de Viejo Balcón, propiedad de Gastronomía del Litoral SA, que entre el local de Wheelwright e Italia y el de Puerto Norte reúne unos 60 empleados y es propiedad de la familia del presidente de la Bolsa de Comercio Daniel Nassini.
A principios de 2020 el gremio de los gastronómicos que dirige Sergio Ricúpero designó a López delegado normalizador. El jueves 28 de octubre, cuatro días después del atentado, López y otros tres trabajadores iban a disputar dos cargos de delegados, algunos más cercanos al sindicato y otros con mejor diálogo con la empresa.
Esa madrugada, los agresores le dispararon a López 14 veces a corta distancia y desde el exterior a través de los vidrios del auto. Salvó de suerte su vida, a pesar de haber recibido un balazo en el cuello y en la mano, que requirió cirugía reconstructiva. El caso tuvo enorme repercusión, en principio como un nuevo hecho de inseguridad. Sin embargo, para los fiscales no cerraba la cantidad de disparos y que no se hayan intentado llevar el auto ni otras pertenencias. La clave apareció cuando secuestraron el teléfono de López y se encontraron con los mensajes que revelaban la contratación de un sicario. Si bien no se adelantaron más datos sobre esa línea de investigación, otras fuentes dijeron que el trabajo lo había encargado a grupos vinculados a la barra de Newell's Old Boys.
Esta semana se realizó un allanamiento en la vivienda particular de un compañero de López, apodado Pelo, que era otro de los que aspiraban a ser delegados, de donde se secuestraron elementos para el caso.
Los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra informaron este viernes que aún quedan muchas medidas por concretar y que no pierden de vista que López fue víctima de un atentado contra su vida.
Consultado Sergio Ricúpero, del sindicato de los Gastronómicos, dijo que desconocía el giro que tomó el caso, que le parecía muy extraño que un trabajador contrate a alguien para atentar contra el negocio o los dueños donde trabaja hace tantos años y que la Justicia debía investigar, como el gremio pidió desde el primer momento que ocurrió el ataque a López.
Rechazó que en el Viejo Balcón haya conflicto entre empresa y trabajadores y resaltó que las cuatro personas que disputaban los cargos de delegados son todos afiliados del gremio y conocidos.