El presidente estadounidense, Joe Biden, se anotó su primer éxito legislativo con la aprobación de un amplio plan de inversión en infraestructura. Mientras, al interior del partido demócrata aún existen divisiones sobre el componente social y económico de la reforma que propone el plan del mandatario.
"Plan para los obreros"
"No creo que esté exagerando al afirmar que se trata de un avance colosal para nuestro país", aseguró el presidente. A su vez confirmó que pronto promulgará esta ley por un monto de 1,2 billones de dólares en inversiones direccionadas a modernizar calles y puentes. El plan también apunta a instalar internet de alta velocidad para subsanar los retrasos de una de las economías más grandes del mundo.
Biden recibió el apoyo decisivo del congreso gracias al voto de la mayoría demócrata, aunque también hubo unos cuantos republicanos que respaldaron el vasto plan de inversión. "A todos aquellos que se sienten abandonados y marginados por una economía que cambia tan rápidamente: esta ley es para ustedes", aseguró. Además elogió el "plan para los obreros" que permitirá crear "miles de puestos de trabajo" que "no van a requerir de un título universitario".
"Hicimos algo que se adeudaba y se hablaba hace mucho tiempo en Washington, pero que nunca realmente se había impulsado", afirmó el mandatario. "Esta es una inversión como solo existe una vez en una generación, que creará millones de empleos, modernizará nuestra infraestructura, nuestras rutas, nuestros puertos, nuestra banda ancha. Convertirá a la crisis climática en una oportunidad. Y nos pone en el rumbo correcto para ganar la competencia económica del siglo XXI que enfrentamos con China y otros países grandes”.
La ley que fue aprobada por la Cámara baja del Congreso asignará una inversión de 110.000 millones de dólares para rutas, puentes y autopistas; 66.000 millones para transporte ferroviario de pasajeros, 39.000 millones para transporte público en general, 65.000 millones para mejor el acceso a la banda ancha de internet y 55.000 millones para infraestructura de agua y gestión de residuos. El gobierno de Biden estima que este paquete masivo de inversión pública creará un millón y medio de puestos de trabajo promedio cada año durante una década.
La ley de infraestructura es uno de los tres ejes de la política económica de Biden en su primer año de gestión. Los otros dos son la ley de rescate nacional para recuperar a la economía y al país en general de los efectos de la pandemia (aprobado en marzo por un monto de 1,9 billones de dólares) y su vasto paquete de 1,75 billones de dólares conocido como “Reconstruir mejor” (Build Back Better o BBB), para reformar el sistema de bienestar y para luchar contra el cambio climático, que aún sigue trabado en el Congreso.
Reconstruir mejor
Dentro del partido demócrata Biden aún no logró convencer a un puñado de legisladores para que también aprueben el plan “Reconstruir mejor”. El mecanismo prevé una profunda mejora en la cobertura de salud, guarderías para todos los niños, así como importantes inversiones para reducir emisiones de gases de efecto invernadero.
La ley de infraestructura fue aprobada por 228 votos a favor y 206 en contra; 13 congresistas republicanos se sumaron al oficialismo y seis demócratas del ala más de izquierda del partido rompieron la línea de la bancada y votaron en contra, entre ellos Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Ayanna Pressley y Rashida Tlaib.
Las legisladoras reclamaban que primero se vote el plan de reconstrucción, Reconstruir mejor, que comenzó con un presupuesto de 3,5 billones de dólares y luego fue rebajado a 1,75 millones para ser aprobado en el senado, donde dos demócratas liberales obstaculizaron todos los intentos de avanzar la versión original.
Inversión histórica
Después de casi tres meses de tensas negociaciones, que incluyeron advertencias cruzadas entre legisladores oficialistas y la Casa Blanca, la titular de la Cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi, logró negociar que la ley conocida como Reconstruir Mejor será votada más adelante cuando la Oficina de Presupuesto del Congreso analice el texto del proyecto de ley y concluya el impacto que ésta tendrá sobre el creciente déficit fiscal del Gobierno federal.
Este sábado, el mandatario insistió nuevamente para que el congreso lo vote. “Seré claro: se va a aprobar en la Cámara de Representantes y se va a aprobar en el Senado", afirmó en referencia a la “inversión histórica” que aseguró no agravará la inflación ni el déficit público y el aumento de impuestos está previsto sólo para las grandes fortunas.
Sin embargo, aunque la Cámara tiene prevista una revisión para la semana del 15 de noviembre, el presidente, todavía no fijó una fecha límite para la adopción final de su proyecto social.