Entre el lunes 8 y el viernes 12 de noviembre los obispos católicos se reunirán en asamblea plenaria para considerar una serie de asuntos institucionales. Uno de los principales la elección de nuevas autoridades de la Conferencia Episcopal, el máximo organismo de la jerarquía católica del país. Las deliberaciones serán encabezadas por el presidente del organismo episcopal, el obispo Oscar Vicente Ojea (75 años), titular de la diócesis de San Isidro, y quien asoma como el principal candidato a ser reelegido en la presidencia por un segundo período de tres años hasta el 2024.
El estatuto de la Conferencia Episcopal, en su artículo 61, establece que los cargos de la Comisión Ejecutiva tienen una duración de tres años con posibilidad de reelección por un segundo período. Ojea y los restantes miembros de la actual conducción fueron elegidos en 2017, pero el mandato se extendió porque debido a la pandemia las elecciones se postergaron hasta la actualidad.
En la actual conducción. Ojea está acompañado por el cardenal arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, como vicepresidente primero y por el arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo, como vicepresidente segundo. La secretaría general la ocupa el obispo de Chascomús, Carlos Malfa.
El obispo de San Isidro es considerado uno de los prelados de mayor sintonía con el papa Francisco quien, el pasado mes de setiembre, resolvió rechazar momentáneamente su renuncia. Cumpliendo con las normas eclesiásticas que demanda a los obispos poner su cargo a disposición a los 75 años de edad, Ojea presentó su dimisión al Papa en setiembre de este año dado que el 15 de octubre pasado alcanzaría esa edad. Es potestad del Papa –-tal como ocurrió-- ratificar al obispo en su cargo hasta que el propio pontífice así lo disponga.
La confirmación de Ojea en su cargo como obispo de San Isidro previo a las elecciones en la Conferencia Episcopal pudo leerse como una manifestación de respaldo de Francisco a quien se considera como uno de sus principales interlocutores dentro de la jerarquía argentina.
Si bien la reelección de Ojea se da casi por descontada, no ocurrirá lo mismo con Mario Poli, porque el cardenal ya ha completado el segundo período como vicepresidente y el estatuto solo habilita una reelección. En la misma condición está el secretario general, el obispo Carlos Malfa, de Chascomús, que ya se desempeñó por dos períodos en esa función. Quién podría aspirar a una reelección en la vicepresidencia es el arzobispo mendocino, Marcelo Colombo.
Uno de los miembros de la jerarquía que aparece con posibilidades de asumir responsabilidades más importantes dentro de la conducción de la Conferencia Episcopal es el arzobispo platense Víctor Manuel “Tucho” Fernández, otra de las figuras muy cercanas al papa Francisco, a quien suele asesorar sobre diversos temas y de quien fue colaborador directo cuando Jorge Bergoglio era arzobispo de Buenos Aires.
Los cargos permanentes en la Conferencia Episcopal son elegidos democráticamente por el voto de los obispos participantes en la asamblea. Según lo establece el artículo 60 del estatuto “en los dos primeros escrutinios se requiere el voto de los dos tercios de los presentes” y, en el caso que sea necesario, en una tercera votación alcanza con la mayoría simple.
En este caso son 98 los obispos en condiciones de votar y el encuentro se realizará, como es habitual, en la Casa de Retiros “El Cenáculo” en la localidad de Pilar. Han sido invitados sin derecho a voto arzobispos y obispos eméritos y el Nuncio Apostólico en la Argentina (embajador del Vaticano), Miroslaw Adamczyk.
Al iniciarse la asamblea los obispos realizarán un “intercambio pastoral”, título bajo el cual se hace un repaso de la situación del país bajo la mirada eclesiástica, siendo este además el momento en el que los miembros de la jerarquía expresan su perspectiva sobre los problemas y situaciones que consideran que merecen la mayor atención por parte de la Iglesia Católica. En algunos casos se comienza a decidir en esa instancia si, al finalizar la asamblea, habrá o no un documento que expresa la posición colectiva de la jerarquía católica.
Otro momento importante será el mensaje que el presidente Ojea brindará en la noche del lunes en la homilía de la misa inaugural.
Además, a lo largo de la semana los obispos trabajarán sobre la asamblea eclesial latinoamericana coordinada por el CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano) y el “camino sinodal” propuesto por el papa Francisco a la iglesia de todo el mundo.
Durante la asamblea episcopal también se renovarán las autoridades de las distintas comisiones episcopales, encargadas de temas específicos. Las nuevas comisiones, surgidas de las votaciones, harán sus primeras reuniones el día jueves, antes de finalizar el plenario. Los obispos finalizarán su asamblea el viernes 12 al mediodía.