Con la premisa de transformar el rubro de la construcción, históricamente ocupado por varones, treinta mujeres albañilas se capacitan con una propuesta de la Escuela de Oficios de la Universidad Nacional de Rosario para construir igualdad. "El fundamento de este curso es abrir la frontera de 'lo masculino' en un oficio que tiene que ver con la construcción del hábitat, para potenciar una participación efectiva y reconocida (de mujeres y feminidades) posibilitando una incorporación plena en el mundo del trabajo", indicaron desde la UNR sobre el curso que se dicta en el Instituto Politécnico Superior.

Evelín Amarilla tiene 28 años y es una de las alumnas del curso que el jueves pasado terminó un encadenado y el revoque de una pared. "Mi papá es albañil de toda la vida, y me enseñó muchas cosas del oficio", contó a este diario. "Un amigo me dijo del curso y me anoté online. Empezamos a cursar con muy buenos profesores", dijo la mujer que vive con su esposo y su hija de siete años. "Somos emprendedores. Mi marido trabaja en las ferias populares, y yo hago trabajos de sublimación y tengo estudios administrativos contables. Siempre que me puedo capacitar lo hago". 

Por eso, no dudó: "Este curso lo tomé como algo personal, pensaba cómo los demás lo pueden hacer y una mujer no. Siempre me gustó, pero muchas veces se decía 'tiene que ser un hombre', y me parece buenísimo que se dé esta oportunidad de poder incorporarnos en todos lados. Hay diferentes objetivos, el mío es mi propia casa", dijo.   

Conocimiento de herramientas y materiales, técnicas constructivas húmedas y en seco, desarrollo de los distintos rubros de obra, ejecución de cimientos, encadenados, muros, revoques, losas, contrapisos y carpetas son algunas de las tareas que incluye el curso en albañilería que consiste de tres horas semanales, durante diez semanas. La idea es "adquirir destrezas y herramientas conceptuales a partir del hacer", por eso "la actividad práctica es el eje central, incorporando la teoría como una justificación del hacer".  Así, "al egresar, podrán realizar actividades de oficial en obra, trabajo independiente como cuentapropista en remodelaciones y ampliaciones de viviendas o integrar cuadrillas de trabajo dentro de empresas constructoras o contratistas".

Santiago Dearma, secretario del área de Extensión y Territorio de la UNR, señaló: "Ideamos este curso en conjunto con el Instituto Politécnico Superior, más precisamente con el departamento de Construcciones. Surgió la idea de poder hacer algo desde allí, para que deje de ser un oficio exclusivamente de hombres". También mencionó que "desde la Uocra hubo gran aceptación a la propuesta", que llega a muchas mujeres de los barrios de la ciudad y que está previsto reabrir en marzo.  

Gisela es estudiante del tercer año de la carrera de Tecnicatura en Construcciones y se propuso como pasante en la capacitación, para estar al lado de personal docente y acompañar a las cursantes. "Esto abre la inserción de la mujer en este rubro que es tan cerrado. El primer día teníamos muchas expectativas, ellas estaban ansiosas, y nos sorprendió el entusiasmo. Muchas de ellas son hijas o familiares de albañiles y tenían algún conocimiento; otras buscan entender de qué se trata el trabajo para pensar en otras tareas a partir de esto", dijo. "Hay mujeres de diferentes edades, incluso una de ellas viene con su beba de cuatro meses y hay mucho compañerismo. Es muy novedoso e innovador para que puedan dar un paso respaldadas por algo oficialmente reconocido, porque es difícil insertarse", aseguró. "Ellas hacen todo, desde bajar material, usar las herramientas, doblar hierros. Todo". 

La Escuela de Oficios de la UNR es una instancia universitaria de formación profesional que reconoce los saberes populares adquiridos a partir de la experiencia y la transmisión generacional. Durante este primer año, se abrieron 23 cursos. Para obtener información, las personas interesadas pueden ingresar a oficiosunr.ar.