Fuerte evidencia local sobre los beneficios de aplicar esquemas combinados de vacunas contra el Covid. Ese es el principal resultado de un estudio realizado en Rosario por distintos organismos de salud pública provincial e investigadores de distintas facultades de la Universidad Nacional de Rosario. El trabajo fue posible en base a los voluntarios que se anotaron para colaborar con el estudio que permite "planificar estrategias basadas en datos inmunológicos locales", dijeron los responsables. Sostuvieron además que dos vacunas diferentes aplicadas "a nivel del sistema inmune de las personas vuelve al esquema más inmunogénico. La respuesta es más eficaz porque la combinación resulta extraña para el organismo", afirmaron los investigadores. El 67% de los voluntarios tienen más de 60 años y habían recibido la primera dosis de Sputnik y la segunda dosis de Moderna.
La provincia, a través del Ministerio de Salud, y en conjunto con el Centro de Tecnología en Salud Pública (CTSP) de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas (FBIOyF) de la UNR, y el hospital Provincial del Centenario, realizaron una investigación que brindó importante evidencia local sobre los beneficios de aplicar esquemas combinados de vacunas contra el Coronavirus.
En este sentido, Ana Laura Cavatorta, investigadora responsable del estudio, explicó que desde agosto y hasta octubre de 2021 en el vacunatorio de la Ex Rural de Rosario, 303 voluntarios que completaron su esquema de inmunización heterólogo –recibieron como primera dosis Sputnik V y como segunda Moderna, desarrolladas con tecnologías diferentes–, colaboraron participando de la pesquisa que brindó “resultados muy alentadores para planificar estrategias, basadas en datos inmunogénicos locales”.
“De la totalidad de los voluntarios, el 65 por ciento fueron mujeres y el 35 varones, entre los cuales el 67 por ciento era mayor de 60 años; y la edad fue un aspecto clave”, explicó Cavatorta, también investigadora del CONICET, docente de Virología, responsable científica del CTSP de la FBIOyF. “¿Por qué? Porque observamos que los mayores de 60 que habían recibido la primera dosis de Sputnik V (desarrollada con tecnología de adenovirus) y completaron el esquema con una realizada mediante ARN mensajero (ARNm) como Moderna, la respuesta fue mayor que en esquemas homólogos, incluso triplicando el valor de los anticuerpos”, destacó la científica, quien ademas es responsable del IBR-CONICET-UNR del hospital Provincial.
“Este cambio de tecnologías (vacunación heterólogo) a nivel del sistema inmune de las personas vuelve al esquema más inmunogénico. Dos estímulos con dos vacunas diferentes son reconocidas como muy extrañas para el organismo, y la respuesta es mucho más eficaz, algo que comprobamos a nivel local, y que se corresponde con estudios a nivel mundial”, profundizó Cavatorta.
En general, los mayores de 60 años comienzan a transitar lo que se denomina “inmunosenescencia”. “Se produce en ellos un déficit fisiológico de la respuesta inmune y se convierte de ese modo en grupo de riesgo para determinadas enfermedades, incluyendo al covid-19”, explicó Ana Laura Cavatorta. En otras palabras, la inmunosenescencia son cambios que se producen en el sistema inmunitario a causa del envejecimiento que afectan la inmunidad innata y adquirida en la comunidad. Y esa respuesta más robusta en el desarrollo de anticuerpos con esquemas heterólogos –diferenció Cavatorta– fue menor en los más jóvenes a los que se les aplicó.
“En los adultos mayores de 60 la primera dosis de Sputnik ya había generado un impacto importante, pero medio, en cuanto al título o concentración de anticuerpos. Sin embargo, luego de que se les colocó una segunda dosis con Moderna se triplicó el valor de estos anticuerpos. En los menores de 60 no hubo cambios importantes. La respuesta fue la esperada pero no como en el grupo anterior”.
A los voluntarios a completar esquemas con vacunas combinadas y a participar del estudio, se les realizó una primera extracción de sangre justo en el momento anterior a recibir la segunda dosis, a los fines de determinar la cantidad de anticuerpos que se habían generado tras la primera inoculación con Sputnik V. Pasado un período mínimo de 14 a 28 días fueron citados para realizarles una segunda extracción, permitiendo evaluar el impacto de la segunda inoculación con una dosis de Moderna.
“A diferencia de muchas investigaciones, ellos recibieron un informe completo por Whatsapp y correo electrónico de los resultados. Fue un trabajo muy arduo, comprometido y gratificante, en donde trabajamos muy bien con el Ministerio de Salud provincial”, destacó Cavatorta.