La exigencia que tenía River para mantener la distancia con Talleres se fue disipando rápidamente. Cuando apenas habían pasado 13 minutos de su duelo ante Patronato, el equipo se puso en ventaja y tranquilizó la situación de urgencia.
El volante Agustín Palavecino se escapó por la izquierda, y como los defensores de Patronato se fueron retrasando esperando que habilitara a algún delantero, se le abrió el espacio para pegarle desde afuera del área y ubicar la pelota al lado del palo derecho de Ibáñez.
Las complicaciones, a pesar de ello, habían sido para el local, debido a que a los tres minutos tuvo que dejar la cancha por una lesión Peña Biafore, para ofrecerle su lugar al experimentado Maidana.
La postura de Patronato fue clara desde el principio: defenderse. Los de Entre Ríos se plantaron con cinco defensores, cuatro mediocampistas, y sólo Sosa Sánchez como el hombre más adelantado. Sin embargo, se las ingenió para llegar con claridad una vez antes del gol de Palavecino, pero Sosa Sánchez no llegó a conectar el envío desde la derecha.
Pero el partido se terminó de resolver a los 29 minutos, cuando Julián Alvarez empujó abajo del arco la pelota para marcar el segundo gol, luego de una duda del arquero. El propio Alvarez había sido el que estuvo cerca unos minutos antes, cuando probó de media distancia y la pelota se fue apenas afuera.
El delirio del público continuó en esa primera mitad con Alvarez como gran protagonista: el delantero marcó dos goles más, en apenas cuatro minutos, y uno después de ganarle la pelota al arquero y definir desde un ángulo muy cerrado. Una definición similar a la que hizo frente a San Lorenzo ante Torrico. El cuarto fue con un golpe de cabeza con el arquero caído.
Patronato intentó revertir un poco la situación con las modificaciones en el segundo tiempo, pero la superioridad de River era abrumadora. Como Alvarez estaba en una noche estelar, el juvenil marcó el cuarto gol personal, el quinto de su equipo, con un toque suave anticipándose al arquero, después de una gran asistencia del colombiano Carrascal.
El desenlace fue un grito unánime hacia Alvarez, que se marcha al seleccionado argentino en un momento de ensueño. River tendrá que visitar a Platense dentro de dos semanas, y cuando reciba a Racing entre semana podría consagrarse campeón, si es que se combinan algunos resultados.