El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, fue reelegido para un quinto mandato con el 74,99 por ciento de los votos en las elecciones generales celebradas el domingo, fuertemente cuestionadas por Estados Unidos y la Unión Europea pero aprobadas por Rusia y Venezuela. Con el 49,25 por ciento de las actas escrutadas, el Consejo Supremo Electoral (CSE) reveló que el segundo lugar fue para el candidato del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), el diputado Walter Martínez, con un 14,4 por ciento de los votos. Luego sigue el también diputado y reverendo Guillermo Osorno, del Camino Cristiano Nicaragüense (CCN), con el 3,44 por ciento de los sufragios. En las controvertidas elecciones no hubo una real competencia, señalan los detractores de Ortega, ya que siete aspirantes opositores están actualmente detenidos.
La disputa por la participación
"Esto es de las actas que tenemos hasta ahorita en lo que respecta a lo que es la elección para presidente y vicepresidente. Esperamos contar para el día de mañana (martes) ya con las juntas escrutadas de los votos escrutados que tienen que tienen que ver con la elección de diputados nacionales, departamentales y al Parlacen", señaló Brenda Rocha, presidenta del CSE.
Rocha proclamó como ganadora a la fórmula y estimó la participación en el 65 por ciento del padrón electoral, lejos de las valoraciones que hicieron otros organismos. Por ejemplo, el observatorio ciudadano que monitorea el proceso electoral, Urnas Abiertas, realizó una proyección que indica una abstención de entre 79 por ciento y 84 por ciento, aunque estos datos todavía no se han podido verificar.
En las calles de Managua, ondeando banderas rojinegras del FSLN y en medio de fuegos artificiales, música y baile, seguidores de Ortega festejaban el lunes por la madrugada en la Plaza de las Victorias, en el centro de la capital. "Les guste o no les guste a los yanquis, ¡nosotros mandamos!", decía una mujer.
Apoyos y rechazos
Como era de esperarse, las elecciones fueron desconocidas de inmediato por Estados Unidos. "Lo que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, orquestaron hoy fue la pantomima de una elección que no fue libre ni justa, y ciertamente no fue democrática", dijo el presidente estadounidense Joe Biden a través de un comunicado difundido por la Casa Blanca. El lunes el secretario de Estado, Antony Blinken, reiteró que Washington continuará imponiendo "sanciones" al gobierno de Ortega.
La Unión Europea (UE), en tanto, afirmó que el resultado de los comicios carece de legitimidad por la ausencia de garantías democráticas, y agregó que el país está gobernado ahora por un "régimen autocrático". Ortega, afirmó el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, "eliminó toda competencia electoral creíble" con la detención de siete aspirantes presidenciales antes de las elecciones.
En el lado opuesto, Rusia y Venezuela, aliados tradicionales de Ortega, salieron en defensa del presidente nicaragüense y elogiaron la forma en que se llevaron a cabo los comicios. Las elecciones se han celebrado de forma "organizada" y "han cumplido con la legislación local", afirmó el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, quien agregó que la cita con las urnas se desarrolló en medio de "presiones sin precedentes" sobre las autoridades de Nicaragua y denunció que Estados Unidos protagonizó una campaña para evitar el reconocimiento de los resultados.
En tanto el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, felicitó a Nicaragua por sus elecciones en "una jornada de paz". "Buenas noticias llegan de Nicaragua, buen nivel de participación popular en las elecciones. El pueblo en paz participando en los centros de votación", destacó Maduro, para quien "votar en Nicaragua, votar en Venezuela es dar un paso a la paz, a la estabilidad, al progreso, a la prosperidad de nuestros países".
Los comicios celebrados el domingo profundizan la crisis política en Nicaragua que se desató con las reprimidas protestas de 2018 contra el gobierno, en las que se registraron al menos 328 muertos, cerca de dos mil heridos, miles de detenidos y más de diez mil nicaragüenses que abandonaron el país, según denunció la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en abril de 2020.
Luego de esas protestas, también fueron arrestados unos 40 dirigentes opositores, entre ellos siete aspirantes presidenciales de las principales fuerzas de oposición, entre quienes destaca Cristiana Chamorro, precandidata del Partido Restauración Democrática (PRD), quien se insinuaba en los sondeos con posibilidades de disputarle el poder a Ortega.
Además de elegir a quien presidirá Nicaragua hasta 2027, los comicios del domingo designaron a 90 diputados de un Congreso en el que el gobierno también cuenta con la mayoría. A medida que se fueron adoptando reformas electorales y cerrando espacios a la oposición, Ortega fue aumentando el porcentaje de sus victorias: en 2006 ganó con un 38 por ciento, en 2011 con 63 por ciento y en 2016 con 72 por ciento.