El ministro de Recursos de Australia, Keith Pitt, anunció que el país seguirá siendo productor y exportador de carbón. El Gobierno australiano se negó a firmar un acuerdo para reducir el uso de este mineral en la Conferencia de Partes (COP26) de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
"Hemos dicho muy claramente que no vamos a cerrar minas de carbón y que no vamos a cerrar centrales de energía de carbón", afirmó en declaraciones a la cadena australiana ABC Pitt, quien precisó que está previsto que la demanda aumente hasta el 2030. La industria del carbón emplea 300.000 personas en el país oceánico.
El 4 de noviembre en la COP26, 23 países se sumaron al compromiso de no construir nuevas centrales de carbón para acelerar la transición hacia energías limpias, lo que elevó este bloque a 42 Estados. Sin embargo, siguen sin adherir Australia, Estados Unidos, India y China, todos ellos grandes consumidores y productores de carbón.
La COP26, que se celebra hasta el 12 de noviembre, busca alcanzar un acuerdo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, causantes del calentamiento global, para tratar de limitar el calentamiento del planeta a 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales.
El Gobierno australiano se ha comprometido a alcanzar las cero emisiones de gases contaminantes en 2050, pero sin un compromiso vinculante ni renunciar al carbón, pese a sufrir consecuencias de la crisis climática como incendios, lluvias torrenciales y sequías prolongadas.
El primer ministro, Scott Morrison, se ha negado a fijar un objetivo para 2030, como han hecho otros países, al tiempo que confía en conseguir las cero emisiones con tecnologías para el secuestro de CO2 en el suelo, sin tener que cerrar explotaciones mineras ni plantas de carbón.