El Tribunal Oral Federal de Paraná inició este lunes el proceso de revisión de la absolución con la que había sido beneficiado el militar retirado Marino González en el juicio de lesa humanidad por la sustracción y la supresión de la identidad de les mellices Valenzuela Negro, nacides en el Hospital Militar de Paraná en plena dictadura cívico militar eclesiástica. Entre hoy y mañana martes, las partes ofrecerán alegatos luego de lo cual se espera una sentencia condenatoria.
González fue jefe del Destacamento número 121 de la ciudad de Rosario, dentro de la órbita del II Cuerpo del Ejército. Informan medios locales que integraba un grupo de operaciones especiales creado en 1975 en esa fuerza a cargo del teniente coronel Pascual Oscar Guerrieri, jerarca dentro del 121 y en varios centros clandestinos de Santa Fe, como Quinta de Funes, por donde pasaron Raquel Negro, cursando los últimos meses de su embarazo múltiple, y su compañero Edgar Tulio Valenzuela.
En 2011, González, “Pepe” de alias, resultó absuelto en el juicio oral y público que se llevó a cabo por la sustracción y supresión de la identidad de la beba y el bebé que Raquel Negro parió, en cautiverio, en el Hospital Militar de Paraná. Fue el único de los seis acusados que culminó aquel debate sin condena.
Para entonces, todavía no había sido procesado en la Causa Guerrieri, en Rosario, que en 2010 culminó su primer juicio oral y público --el primer expediente de lesa humanidad en llegar a esa instancia post caída de leyes de impunidad-- con prisión perpetua para el represor Pascual Guerrieri y el resto de los acusados. Lo único que registraba el TOF de Paraná en el juicio por los mellizos Valenzuela Negro era la declaración del “arrepentido” Eduardo Constanzo, que nombró a González como quien “se encargó de todos los trámites, de organizar las guardias” en el marco del traslado de Negro a Paraná, a punto de parir.
Su absolución fue apelada y en 2018 llegó a la Corte Suprema de Justicia, que en 2018 y por un recurso de queja de la Fiscalía, representada por José Ignacio Candioti, dejó sin efecto aquel fallo y le ordenó al TOF de Paraná que realice un nuevo juicio a la luz de nuevos elementos probatorios a tener en cuenta. “Es que sucedió Guerrieri II --el segundo tramo de la causa madre de Rosario, resuelto en juicio-- donde González fue procesado, juzgado y condenado por el caso de Raquel Negro y la Corte consideró que eso debería analizarse para evaluar su responsabilidad en la sustracción de los mellizos”, indicó Lucía Tejera, abogada querellante por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación en el debate.
Entre hoy y mañana se llevará a cabo esa nueva instancia. Durante una audiencia preliminar desarrollada hace un año, las querellas --de la Secretaría de Derechos Humanos de Nación, de Abuelas de Plaza de Mayo Rosario y de Sabrina Gullino, la meliza cuya identidad fue restituida en diciembre de 2008, y Sebastián Álvarez, hijo mayor de Raquel-- unificaron su postura para emitir, a partir de hoy, un solo alegato. La Fiscalía a cargo de Candioti, expondrá a su turno. Se espera que mañana martes lo haga la defensa y, tal vez, haya un nuevo veredicto.
Negro y Valenzuela eran militantes de Montoneros, fueron secuestrados en enero de 1978 en Mar del Plata y trasladados a la Quinta de Funes. Raquel estaba embarazada de siete meses; Sebastián, que entonces tenía un año y medio, estaba con la pareja y sufrió los mismos delitos. A Valenzuela lo obligaron a participar de un operativo junto a sus captores y represores que tenía como objetivo el secuestro de integrantes de la cúpula de la organización político militar en México. La pareja simuló aceptar el plan negociando la restitución de Sebastián a su familia materna.
Negro, en canto, fue trasladada a otros centros clandestinos y al Hospital Militar de Paraná para dar a luz. Según se pudo reconstruir, les mellices nacieron el 3 de marzo de 1978, internados como NN en la sala de terapia intensiva y derivados al Instituto Privado de Pediatría (IPP), donde la nena ingresó el 4 de marzo y el varón el 10 de marzo, en su caso sin identidad, desconociéndose dónde estuvo en esos seis días informan desde Abuelas. El 27 de marzo, la nena, Sabrina, fue dejada en el Hogar del Huérfano y luego dada en adopción legal. El mellizo varón continúa desaparecido.