Quince años de retroceso para las mujeres, jóvenes y diversidades en la participación laboral, concluyó la especialista en economía laboral de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Roxana Maurizio, tras analizar quiénes fueron lxs más afectadxs por los impactos desigualadores que provocó la pandemia, principalmente en la contracción del empleo, los bajos ingresos y el aumento de la pobreza en América Latina y el Caribe. Hacia el final de 2021, las ocupaciones informales, con bajos salarios y sin protección social, serán las que lideren la recuperación parcial del empleo en la región.
Maurizio dijo que, “en el caso de las mujeres, se produjo un retroceso en la participación laboral después de décadas durante las cuales se había registrado un aumento en su incorporación a la fuerza de trabajo”. En el documento “Empleo e informalidad en América Latina y el Caribe: una recuperación insuficiente y desigual”, la experta advirtió que frente a un panorama laboral caracterizado por una reactivación económica con insuficiente impacto en el empleo, “la región requiere adoptar una agenda de políticas integrales, consensuadas y de gran alcance, centrada en las personas, que apuntale la creación de más puestos de trabajo formales”.
El estudio señala que la reactivación está lejos de recuperar trabajos perdidos durante la pandemia, y en cambio da lugar a tasas altas de desocupación y a un predominio de las ocupaciones informales. Cerca del 70 % de los empleos que se generaron entre mediados de 2020 y este año son ocupaciones en condiciones de informalidad, y aun así el crecimiento no llega a compensar la falta: alrededor del 30 % de los empleos perdidos todavía no se recuperaron.