Con el objetivo de insistir con la vacunación pediátrica contra el coronavirus -sobre todo frente a la campaña en contra que se suscitó en los últimos días-, la Sociedad Argentina de Pediatría elaboró un documento en donde explica los cuatro motivos fundamentales para respaldar la aplicación de dosis en niños, niñas y adolescentes.
“La SAP ha jerarquizado siempre la importancia de las vacunas en la población pediátrica y ha trabajado de manera constante en la mejora del calendario de vacunación del país y en su cumplimiento. Las vacunas son un derecho”, remarcaron en un comunicado.
En primer lugar, el organismo señaló que las vacunas demostraron “ser seguras y eficaces”, algo que sectores de la oposición intentaron poner en duda. En este sentido la SAP remarcó que la vacuna Sinopharm “utiliza una plataforma conocida”, la de virus inactivado, similar a la de otras vacunas del Calendario.
La estrategia de vacunación pediátrica, insistieron, beneficia en primer lugar a los niños y adolescentes, ya que previene casos graves o secuelas conocidas como postcovid, y “contribuye a lograr protección comunitaria”, la famosa inmunidad de rebaño.
“La vacunación contribuye a disminuir las poco frecuentes pero posibles formas graves
de enfermedad y la mortalidad por coronavirus en este grupo, así como el número de
personas susceptibles, y de esta forma evitar contagios y favorecer la presencialidad
escolar y actividades sociales, culturales y deportivas necesarias para el normal
desarrollo de los niñas, niños y adolescentes”, concluyeron desde el organismo que nuclea a los pediatras.
Las cuatro razones por las que vacunar a los niños
La SAP enumeró los motivos por los que recomienda aplicar el esquema de vacunación contra el coronavirus en toda la población pediátrica, priorizando a los grupos de riesgo como los chicos con enfermedades crónicas o comorbilidades.
1. Carga de enfermedad: el riesgo existe
“La población pediátrica representa el 8.8 por ciento del total de los casos confirmados desde el inicio de la pandemia en nuestro país”, sostuvieron desde la SAP, a la vez que aclararon que desde agosto de 2020 “se observa una tendencia creciente de esta enfermedad en niñas, niños y adolescentes, tanto que actualmente 1 de cada 4 casos confirmados ocurre en menores de 18 años”.
También remarcaron la incidencia, aunque poco frecuente, de cuadros respiratorios moderados o graves o la afección denominada SIM-C (Síndrome Inflamatorio Multisistémico temporalmente relacionado a COVID-19). Este síndrome puede aparecer entre 2 a 6 semanas después de haber tenido covid.
“Otro aspecto a considerar son las secuelas a largo plazo que pueden desarrollar hasta
el 10 o 15 por ciento de los niñas, niños y adolescentes que han padecido COVID-19 según publicaciones internacionales”, afirman desde la SAP sobre el “COVID prolongado”.
2. Características de la transmisibilidad y oportunidad de integración a actividades
“Si bien la carga de enfermedad en la niñez es menor a la de los adultos, también
pueden infectarse y transmitir el virus a otras personas. En el contexto de las
adecuadas coberturas de vacunación contra COVID-19 en adultos, los niñas, niños y
adolescentes aparecen como el grupo susceptible de contraer la infección teniendo
en cuenta las múltiples interacciones sociales”, remarcó el documento.
En este sentido, desde la entidad remarcaron que las vacunas permiten proteger a los niños de las nuevas variantes, como la delta, que se propaga con más facilidad entre la población pediátrica. “Resulta entonces lógico considerar la vacunación pediátrica como una herramienta necesaria en el corto plazo para afianzar otros beneficios secundarios claramente relacionados, tales como: proteger a las familias, facilitar una presencialidad escolar más segura, permitir otras actividades deportivas, lúdicas y sociales de los niños”, sostuvieron.
3. Inmunidad colectiva
En este punto, la SAP hizo una aclaración: “Todas las vacunas contra COVID-19 en uso en nuestro país contienen virus inactivados o material genético viral, por lo que no tienen la capacidad de inducir inmunidad a nivel de las mucosas, como ocurre con otras que poseen virus atenuados”, dicen. Por este motivo recomiendan alcanzar una alta cobertura de vacunación a nivel poblacional.
“Se necesita vacunar a los niñas, niños y adolescentes para alcanzar dicha cobertura, y de esta forma protegerlos y lograr inmunidad colectiva”, agregaron.
4. Vacunas disponibles
Sobre las vacunas que se aplican en Argentina, la sociedad de pediatras recordó que todas cuentan con la aprobación de la ANMAT y son “seguras y efectivas” por lo debe continuar la campaña para seguir vacunando tanto a niños como adolescentes. “La vacunación pediátrica debería seguir avanzando programadamente en niños de menor edad priorizando siempre a los niños con enfermedades crónicas”.