Los restos del kiosquero Roberto Sabo, baleado el domingo durante un asalto en su comercio de Ramos Mejía, eran velados desde esta tarde en una cochería del partido de Morón. 

Desde las 17 se llevaba a cabo el velatorio del kiosquero en la cochería Pache, situada en Eva Perón 1122, de Morón, en el oeste del conurbano, adonde arribaron familiares, amigos y vecinos de la víctima.

Patricia, la pareja de Sabo, dijo a Télam que mañana a las 9 partirá el cortejo fúnebre desde la sala velatoria rumbo al cementerio Municipal de Morón, ubicado en la avenida avenida Hipólito Yrigoyen 1400, de ese distrito, donde se llevará a cabo la inhumación.

"Vecino apreciado, comerciante respetado, papá querido, marido amado. El pueblo de Ramos Mejía salió a la calle a decirlo porque Roberto sos vos, yo, tu papá, tu hijo…", expresó en un comunicado de prensa el Obispado de San Justo.

"Rezamos por Roberto, su familia y amigos: que la paz encuentre lugar en sus corazones heridos y que atraviesen este tiempo de dolor inmenso con serena esperanza", agregó.

De acuerdo a los médicos forenses, el cuerpo presentaba un total de seis heridas de bala (las otras dos en cuello y rostro del lado izquierdo), y los disparos fueron efectuados a una distancia menor a los 30 centímetros.

La fiscal general de La Matanza, Patricia Ochoa, detalló que en poder del detenido se secuestraron una pistola .765 semiautomática con la "numeración suprimida" y un revólver Italo calibre .22, con el que se cree disparó contra el comerciante Sabo.

El ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, sostuvo hoy que el crimen del kiosquero es "un momento muy triste y muy doloroso", al tiempo que el jefe de Asesores del gobierno bonaerense, Carlos Bianco, reconoció que en la provincia existen "hace muchos años problemas de inseguridad" y remarcó que el Frente de Todos (FdT) "trabajará para controlar hasta el último delito".

Por el crimen, Suárez (29) fue indagado ayer por el fiscal Federico Medone, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios, ante quién lloró y pidió que no le pidan prisión perpetua, y luego se negó a declarar.

En la audiencia, el fiscal le imputó del "homicidio criminis causa agravado por el uso de arma de fuego" en perjuicio de Sabo y también por "robo calificado -dos hechos-, hurto de vehículo, portación ilegal de arma de fuego de uso civil, portación ilegal de arma de guerra", todo ello agravado por la "participación de un menor de edad".

Esos hechos son por el robo de un auto cometido antes del crimen de Sabo y el de una moto, concretado luego, todo junto a una menor de 15 años que, por su edad, es inimputable y quedó alojada en el Instituto Centro de Admisión y Derivación de Jóvenes de San Martín.