Dos brazaletes que pertenecieron a María Antonieta, la reina de Francia guillotinada en 1793, fueron vendidos este martes por más de ocho millones de dólares en una subasta en Ginebra, Suiza. La compulsa estuvo organizada por la casa Christie's.
Las joyas, con 112 diamantes, fueron adjudicadas al cabo de cinco minutos de subasta por 7,5 millones de francos suizos (7 millones de euros u 8,1 millones de dólares), un precio que casi duplica su estimación inicial.
La reina, nacida en Austria en 1755, trató de huir de la Francia revolucionaria con su esposo, Luis XVI: envió sus joyas a Bruselas, desde donde fueron remitidas a sus allegados en Austria, su país de origen. La familia real fue capturada en Varennes y los reyes pasaron casi dos años en prisión hasta su ejecución.
"Son joyas únicas, de una procedencia única. La gente quiere identificarse con las personas que las poseyeron en la época y están dispuestos a pagar por ese origen y esa historia mucho más que lo que el objeto vale en sí mismo", dijo Olivier Wagner, experto en la casa de subastas Sotheby's.
Joyas del zarismo
Para este miércoles se espera en Sotheby´s el remate de un broche y un par de pendientes que pertenecieron a miembros de la dinastía Romanov, familia del último zar de Rusia. Este juego, compuesto por zafiros y diamantes, perteneció a la tía del zar Nicolás II, la gran duquesa María Pavlovna (1854-1920), quien lo hizo sacar de Rusia tras la Revolución de 1917, que puso fin al régimen imperial.
En 2009, el juego había sido comprado en una subasta por una familia de la nobleza europea, que pagó entonces 500 mil dólares (432.000 euros). En esta ocasión, su estimación es considerada modesta puesto que oscila entre 300.000 y 500.000 dólares.