Desde Santa Fe

“Pedir ayuda no es un disvalor, el problema sería no pedirla”. Lo dijo ayer Omar Perotti al reconocer que la escalada de violencia, el crimen complejo, el narcotráfico y el lavado de dinero en Rosario superó la capacidad de la provincia de Santa Fe para enfrentar la crisis. “Sin ayuda del gobierno nacional y de las fuerzas federales, eso no se enfrenta. Esto hay que ponerlo sobre la mesa”, después de doce años de gobiernos del Frente Progresista. “Yo no me siento un gobernador con menos capacidad por pedir ayuda, al contrario si no lo hago sería cómplice. Demorar los pedidos de ayuda es favorecer el desarrollo de estas organizaciones criminales” que operan en la provincia, alertó.

Perotti habló ayer sin tapujos sobre la situación en Rosario y anunció que la semana que viene convocará a una ronda de diálogo político a los partidos con representación en el Congreso para destrabar la reforma judicial –que incluye la creación de fiscalías y juzgados en Santa Fe- que está varada en la Cámara de Diputados de la Nación por la alianza que responde a Mauricio Macri.

“La dimensión de lo que hay que enfrentar en Rosario requiere el mayor apoyo de la Nación, tanto de las fuerzas federales como de la justicia federal”, dijo. “Ojalá, tengamos el acompañamiento” de otros espacios. “Después de las elecciones, volveremos a hablar con todos los líderes políticos de la provincia y sus representaciones nacionales para que podamos tener la estructura de la justicia federal que necesita Santa Fe” y “los cargos y designaciones” de jueces y fiscales que requiere.

“En los últimos doce años” de los gobiernos del Frente Progresista “el delito creció enormemente” en Rosario, por lo tanto no se puede enfrentar “organizaciones criminales de alto voltaje con la misma estructura de la justicia federal de hace 30 años. Si queremos resultados diferentes, tenemos que hacer cosas diferentes”, planteó.

Perotti reconoció que la provincia no puede enfrentar la escalada de violencia en Rosario sin ayuda nacional cuando hablaba sobre la reforma de la Policía de Santa Fe. “Queremos una institución policial que desarrolle su tarea dentro de la ley con servicio a la comunidad. Los que se aparten ya saben cómo van a terminar”, dijo.

-¿Y eso molesta? –le preguntaron.

-Sin duda, a algunos les molesta y mucho. Pero es un camino en el que no hay vuelta atrás y el grueso de la fuerza lo ha tomado. Nosotros nos planteamos una Policía mejor equipada, más entrenada, más capacitada y mejor remunerada. Vamos por ese camino. Entendemos que hay una necesidad de fortalecer los ingresos y su capacidad -respondió.

“Los santafesinos y santafesinas exigen seguridad. Nosotros marcamos un rumbo y no hay vuelta atrás, lo que no significa que todo esté resuelto de la noche a la mañana. Significa que queremos una Policía diferente”. Y mencionó algunos hechos. “Récord de allanamientos por temas de lavado, exjefes de la institución que se apartaron del cumplimiento de su mandato y están procesados o detenidos. Son señales claras de que no hay impunidad” para nadie. “Hay un número de detenidos crecientes y un proceso fuerte inversión en el Servicio Penitenciario”.

“La dimensión de lo que hay que enfrentar (en Rosario) requiere el mayor apoyo de la Nación, tanto de las fuerzas federales como de la justicia federal”, dijo Perotti. Y ahí anunció que la semana próxima convocará a los “líderes políticos de la provincia y sus legisladores nacionales” para destrabar la reforma judicial en el Congreso y lograr “la estructura de la justicia federal que necesita Santa Fe”. “El delito creció enormemente en los últimos 12 años”, por lo tanto no se puede enfrentar “organizaciones criminales de alto voltaje con la misma estructura de la justicia federal de hace 30 años. Si queremos resultados diferentes, tenemos que hacer cosas diferentes”, insistió.

-¿Las fuerzas federales cumplen su objetivo?

-Saben que su presencia en Santa Fe no es transitoria. La decisión de la Nación Argentina es no permitir que en su territorio pasen estas cosas” que suceden en Rosario. Entonces, no es sólo presencia, sino también arraigo. Por eso, se creó una nueva de Región de Gendarmería desde aquí a marzo -explicó.

“Son señales claras que tenemos que dar en la Argentina para que esto (que ocurre en Rosario) no pase en su territorio. Hoy nos toca a nosotros, en Santa Fe. Pero tenemos la plena convicción de que pedir ayuda no es un disvalor. El problema sería no pedirla. Porque esta situación en Rosario nos ha superado, se ha incrementado la violencia, la organización y capacidad del delito, el narcotráfico, el lavado del dinero. Sin ayuda, eso no se enfrenta. Esto hay que ponerlo sobre la mesa”, explicó Perotti.

“Yo no me siento un gobernador con menos capacidad por tal cosa. Al contrario, si no lo hago soy cómplice. Demorar los pedidos de ayuda es favorecer el desarrollo de estas organizaciones. Entonces, esta firmeza nos llevó plantear que la Nación reconozca eso. Estamos en esos pasos y vamos a encauzar el problema donde debe estar. Este tema excede a la provincia de Santa Fe y necesitamos el acompañamiento federal para enfrentarlo”, aceptó.