Como cada semana desde hace casi cuatro años, este martes la coordinadora Basta es Basta, de asambleas Por una Vida sin Agrotóxicos, de Entre Ríos, rondó la casa de Gobierno en la capital provincial en reclamo del cese de las fumigaciones con venenos y por un cambio de modelo productivo. El número de 200 marchas convocó a una manifestación que concluyó con música sobre la explanada de la plaza Mansilla, frente a la Casa Gris.
A las 20:15 puntual, mientras el centro de Paraná comenzaba a dar paso a su aspecto nocturno, los manifestantes encendieron velas y se repartieron carteles con inscripciones como “Paren de fumigar”, “Fuera Monsanto” o “Agrotóxicos matan, la indiferencia también”. Luego, en silencio, dieron una vuelta completa al edificio y plazas aledañas a los poderes Ejecutivo y Legislativo provinciales. En menos de media hora, después de caminar por las calles Santa Fe hasta Alameda de la Federación, doblar por Córdoba y de ahí hacia Laprida, la columna estaba otra vez en el punto de partida. Allí se repasó, con lectura a varias voces, el documento de 16 puntos escrito en 2017 que condensa la exigencia originaria y que, según expresaron desde Basta es Basta, mantiene plena vigencia. “¿Qué pedimos? Lo mismo que seguimos reclamando, volver al cuidado de la vida humana y no humana, por nuestra salud y la de la tierra y por la de cada habitante y cada parcela de nuestra provincia”, expresaron.
Esto es, en concreto: que se realicen programas y monitoreos de salud pública, en especial sobre trabajadores rurales y población vecina de los campos fumigados; que se registren tumores y nacimientos con malformaciones y su ubicación geográfica; que se promuevan leyes efectivas para fomentar y proteger la agroecología; que se prohíban las pulverizaciones con insumos químicos sobre la población que contaminan los ríos y arroyos que surcan la provincia y destruyen el sistema inmune y el suelo fértil. La Coordinadora Basta es Basta impulsa, además, una Iniciativa Popular para declarar la emergencia ambiental en Entre Ríos y que la agricultura a base de químicos sea declarada una actividad peligrosa para la salud y el ambiente. Para que esta iniciativa popular tenga su curso, necesitan juntar unas 22 mil firmas, lo que representa el 6% del padrón electoral provincial.
El acto de este martes concluyó con interpretaciones de los artistas Carlos “Negro” Aguirre, Silvia Salomone y Luis Barbiero, y estuvo acompañado de una muestra de fotos de Pablo Piovano. La acción de manifestarse en el espacio público fue replicada en otras localidades entrerrianas, en el mismo horario.
Inicios y balance
“Cuando arrancamos, los martes era el día en que sesionan las cámaras (senadores y diputados provinciales). Nos propusimos pararnos en las dos puertas con carteles para que nos vean, cuatro personas de cada lado. Hicimos dos movidas así y decidimos largarnos a dar una vuelta a la casa de gobierno, con velas. Así como rondan las Madres, rondamos nosotros”, recordó Daniela Verzeñassi, integrante del Foro Ecologista y miembro de la Coordinadora provincial organizadora de la marcha, en diálogo con Página/12. Esto fue el 16 de enero de 2018. Desde entonces, excepto durante el tiempo de aislamiento por la pandemia de la covid-19, se citan en forma constante. “Es una acción donde confluye el ciudadano que no está adentro de la lucha y que quiere cambiar porque nos estamos envenenando y muriendo. Lo que se propuso desde el día uno es estar presentes con el dolor de los pueblos fumigados de Entre Ríos y el reclamo de cambio de modelo productivo”, explicó.
En estas 200 semanas, en relación a la respuesta del gobierno y la justicia, Verzeñassi consideró que “no ha habido avances, sino todo lo contrario: una consolidación de este modelo y una muestra permanente de que los pueblos fumigados no somos escuchados ni tenidos en cuenta”. Para reafirmarlo, destacó que en este tiempo “hubo convocatorias del Gobierno hacia el sector vinculado al agronegocio y no hubo una sola respuesta al movimiento socio ambiental que viene resistiendo en el territorio y ha pedido por mesa de entradas reuniones con el gobernador”.