El ministro de Relaciones Exteriores de Tuvalu, pequeña isla de la Polinesia, filmó un discurso para la cumbre del clima en Glasgow (COP26) con el agua hasta la cintura para simbolizar el peligro del cambio climático y de la subida del nivel de los océanos. "Nos estamos hundiendo", expresó.
Las imágenes de Simon Kofe de pie ante un atril instalado en el mar, con traje y corbata y los pantalones remangados, se volvieron viral en las redes sociales y puso el foco de atención en la lucha de Tuvalu contra la subida del nivel del mar.
”En Tuvalu estamos viviendo la realidad del cambio climático y el aumento del nivel del mar, mientras ustedes me ven hoy desde el COP26. No podemos esperar a los discursos mientras el nivel del mar sube a nuestro alrededor sin parar”, sostuvo Kofe.
“El cambio climático y el aumento del nivel de mar son riesgos mortales y existenciales para Tuvalu y las naciones atolones”, añadió. “Nos estamos hundiendo, pero le pasa lo mismo a todo el mundo. Y no importa que sintamos los efectos hoy, como Tuvalu, o en cien años”, enfatizó
Asimismo, Kofe expresó su confianza en que se tomen las medidas necesarias en la COP 26 para evitar que las temperaturas suban por encima de los 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales, lo que acarrearía consecuencias catastróficas y sin retorno para el clima mundial.
En ese sentido, el funcionario también advirtió que Tuvalu se prepara para el “peor escenario posible” en el que su territorio insular desaparezca y sus cerca de 12.000 habitantes tengan que emigrar.
Ante este panorama, Greenpeace ya elevó un pedido para que se reconozca la figura del "refugiado climático" debido al aumento de las migraciones provocadas por la crisis climática.
El video fue grabado por la cadena pública TVBC en el extremo de Fongafale, el principal islote de la capital, Funafuti, y estaba previsto que se proyecte este martes en la cumbre.
Los líderes mundiales reunidos en la conferencia COP26, que finaliza este viernes, negocian contra reloj compromisos para reducir la emisión de gases de efecto invernadero, lo que choca con los intereses de parte de la industria en países como India, China, Estados Unidos y Australia.